Oscar Guerrero/Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Las diferencias entre el presidente de Morelia, Humberto Arróniz Reyes, y el alcalde electo, Alfonso Martínez Alcázar, se hicieron notar cuando sobre la tarde-noche de este miércoles quedó instalada la Comisión de Entrega-Recepción que habrá de marcar la ruta en el cambio de administración capitalina.
La convocatoria del Ayuntamiento de Morelia estaba programada a las 18:00 horas, pero un acercamiento privado sostenido entre Arróniz Reyes y Alfonso Martínez en la oficina de la presidencia municipal provocó que el acto protocolario iniciara a eso de las 19:00 horas.
En lo que desahogaba dicha reunión, el silencio invadió el Salón de Cabildo del Ayuntamiento, donde ya se encontraban los equipos de transición que darán acompañamiento a los gobiernos saliente y entrante. No era para menos, pues horas antes Martínez Alcázar y Humberto Arróniz protagonizaron una discusión que, hasta ese momento, no había ido más allá de lo mediático.
“Se escuchó como que estaban discutiendo”, vaciló un reportero presente en la reunión, ante lo que otro le respondió: “viva el rey, muera el rey”, como si se tratase de una sucesión de monarquías.
Terminó la espera
La espera terminó y ambos personajes, con un semblante nada favorecedor, presentaron sus armas en la mesa, así como a sus equipos de entrega y recepción.
Después de dar un corto agradecimiento a los presentes en la reunión, Humberto Arróniz dejó en claro que la administración a su cargo no vulnerará los tiempos que marca la Ley Orgánica Municipal del Estado de Michoacán, cuyo contenido establece que su equipo de entrega tendrá hasta el próximo 31 de julio para presentar toda la información referente al estado que guarda el gobierno en turno, sobre todo en términos financieros.
“Esta administración responderá en tiempo y forma al proceso de Entrega-Recepción, no se violarán los tiempos establecidos y ofreceremos siempre una permanente comunicación con el gobierno entrante”, enfatizó Humberto Arróniz.
Con Alfonso Martínez a un costado, el aún presidente de Morelia remarcó que el gobierno saliente concentrará toda la información que se requiera en el proceso de entrega con fecha límite al 10 de agosto, tal y como previamente lo había manifestado en entrevista con diferentes medios de comunicación.
La postura de Humberto Arróniz no fue bien recibida por Alfonso Martínez, quien aseguró que este proceso debió haber iniciado el pasado 15 de junio, fecha en que conformó a su equipo de recepción. Lo cual, de igual manera, ya había mencionado en un acercamiento previo con comunicadores locales.
Alfonso argumentó que, si se llegase a oficializar la Entrega-Recepción hasta el próximo 31 de julio, la administración que liderará tendría el tiempo encima para analizar en qué situación se encuentran los laudos promovidos ante el Ayuntamiento, o cuál es el estado que guardan las finanzas municipales y las obras que están en proceso.
“Aprecio el gesto de establecer este acercamiento y que se ofrezca una plena y permanente comunicación entre ambos equipos de entrega y recepción, pero considero que no sería conveniente irnos al límite de los tiempos establecidos en la ley, por el sinfín de pendientes que se deben de desahogar, antes de que concluya la gestión”, atajó Alfonso, quien por momentos pareció dar instrucciones al presidente Humberto Arróniz y su equipo de transición.
Las indicaciones que Alfonso fueron más allá. También pidió que su equipo tuviera participación en la revisión preliminar de la administración capitalina, lo cual, de tajo, pareció ser descartado por Arróniz Reyes.
Así, con breves participaciones, pero con contundentes mensajes que fueron bien interceptados por los presentes, Arróniz Reyes y Martínez Alcázar se comprometieron a establecer una relación cordial entre los gobiernos saliente y entrante, aunque este primer acercamiento público despertó evidentes diferencias entre ambos equipos.
