Metapolítica
Ciudad de México.- A decir de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), los fabricantes de armas demandados en Estados Unidos por el gobierno mexicano buscarán deslindarse de cualquier responsabilidad en el tráfico ilícito de armamento a México y de los daños colaterales.
Esto, como respuesta a la Asociación Industrial del Comercio de las Armas (NSSF, por sus siglas en inglés), que este miércoles rechazó en un comunicado los procedimientos legales iniciados en su contra por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, los cuales, incluso, los tildó de infundados.
La SRE dijo que en el litigio “se probará que las empresas demandadas incurren en prácticas ilícitas y negligentes. La Corte conocerá los hechos y las evidencias, no los mensajes superficiales que pretenden legitimar su enriquecimiento desmedido a costa de la muerte de cientos de personas”.
La dependencia dijo que se esperaba que los productores de armas tratarían de litigar el asunto en medios en vez de hacerlo en cortes, ya que ante un juez se tendrá que valorar la evidencia existente.
Casi todas las armas recuperadas en las escenas del crimen en México –entre 70 y 90%–, aseguró, fueron traficadas desde Estados Unidos.
La demanda incluye a los seis fabricantes de Estados Unidos, cuyas armas se recuperan con más frecuencia en México: Smith & Wesson, Beretta, Century Arms, Colt, Glock y Ruger.
Otro de los fabricantes demandados es Barrett, cuyo rifle de francotirador calibre 50 es un arma de guerra muy apreciada por los cárteles de la droga.
El otro acusado, Interstate Arms, es un mayorista del área de Boston, mediante el cual todos los fabricantes demandados, con excepción de uno, distribuyen su armamento en Estados Unidos.
La SRE señaló que el gobierno de México no está en contra del comercio de armas, sino que busca un mercado responsable con medidas más estrictas.
Con información de La Jornada
