Metapolítica
Ciudad de México.- Al nordeste de Brasil, precisamente gobiernos regionales de nueve estados, anunciaron la suspensión provisional del contrato firmado con el Instituto Gamaleya y el Fondo Soberano de Rusia que permitiría la importación de 37 millones de dosis de la vacuna Sputnik V contra COVID-19.
La suspensión se debió a que las autoridades sanitarias brasileñas aprobaron usar la Sputnik V en Brasil con varias restricciones, además de que el Ministerio de Salud no incluyó esa vacuna en su campaña nacional de inmunización.
En junio, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) autorizó la importación de las vacunas rusas Sputnik V, pero sólo de “algunos lotes específicos” y de forma “excepcional y temporal”.
La suspensión del contrato la anunció el Consorcio Nordeste, foro que agrupa a los gobernadores de los nueve estados del nordeste, los más pobres de Brasil.
Hasta este momento, las únicas vacunas incluidas en el Plan Nacional de Inmunización son las de AstraZeneca, Sinovac, Pfizer y Janssen, cuyo uso fue autorizado por la Anvisa.
El Fondo Soberano Ruso informó que las dosis que no recibirá Brasil serán distribuidas en México, Argentina y Bolivia.
La Anvisa dijo que condicionó la importación de la Sputnik al cumplimiento de 22 exigencias, ya que había una necesidad de “llenar las lagunas de informaciones existentes en cuanto a los aspectos de calidad, seguridad y eficacia de la vacuna”.
En Brasil han muerto más de 560 mil personas por COVID-19 y hay 20 millones de contagios. Se trata del segundo país con más víctimas por la pandemia y el tercero con más casos, superado por Estados Unidos e India.
Con información de El Financiero