Metapolítica
Ciudad de México.- A decir de un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), duplicar los salarios mínimos en México aumentaría hasta 4% el Producto Interno Bruto (PIB) y 4.4% los empleos.
El Cepal asegura que incrementar los ingresos de los que menos tienen mejoraría el consumo y el comercio. El efecto sería tal que continuaría para el resto de la economía, incluida la vivienda y la infraestructura.
Lo anterior, proviene del reporte “Estrategia de desarrollo con redistribución del ingreso: Salario mínimo y frentes de expansión en México”, el cual documenta la viabilidad de duplicar el salario y que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador lo ha estado haciendo de manera gradual.
De acuerdo con el Programa Institucional 2021-2024 de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), hacia el final del sexenio, se tiene como objetivo elevar el ingreso mínimo permitido a 189.04 pesos diarios (a precios actuales).
Hoy en día, el salario mínimo es de 141.70 pesos, mientras que al inicio de esta administración era de 88.36 pesos; es decir, pasaría de un poco más 2 mil 600 pesos mensuales en 2018 a más de 5 mil 700 pesos por mes en 2024.
En junio, 60% de los trabajadores ganaba hasta dos salarios mínimos, reveló la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE); sin embargo, el 25% de quienes generan ingresos laborales, es decir, más de 13.7 millones de personas, no gana más de uno.
Más del 90% de esas 13.7 millones de personas recibe en realidad menos de un salario mínimo, asegura el economista Andrés Peñaloza Méndez.
“Esto habla de la ilegalidad que caracteriza a una gran parte del mercado laboral mexicano, en el que las autoridades tienen mucho que hacer”, señala.
Elevar de manera gradual los salarios mínimos, en lo cual se centra “hasta ahora la política socioeconómica del actual gobierno, es una buena forma de iniciar la reorientación del desarrollo económico de México” con justicia social que requiere otras políticas redistributivas”, refiere el informe de la Cepal.
Con información de El Economista
