Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Evergrande, una de las principales inmobiliarias de China y la promotora más endeudada del mundo, se deteriora a marchas forzadas.
Y las bolsas asiáticas se desplomaron este lunes ante el temor a una quiebra de la compañía que pueda arrastrar al sector en China, e incluso en toda Asia.
El gigante, con sede en Shenzhen, afronta pagos millonarios de intereses esta semana y los analistas temen que no pueda satisfacerlos. Los mercados temen que si Pekín no interviene, las dificultades de Evergrande puedan desatar una ola de quiebras y contaminar al sector financiero que bombeó créditos a compañías y compradores.
Evergrande, que acumula deudas oficialmente por valor de más de 300 mil millones de dólares ―el 2% del PIB chino, o el tamaño de toda la economía de Sudáfrica―, debe pagar este jueves intereses por valor de 84 millones de dólares de sus bonos offshore, y otros 47,5 millones el próximo miércoles 29.
En una jornada festiva en las bolsas de la China continental, la cotización de la compañía retrocedió este lunes un 10% en los mercados de Hong Kong, para quedar en su nivel más bajo en los últimos 11 años. El índice Hang Seng Inmobiliario cayó cerca de un 7%, hasta un su valor más bajo desde 2016, mientras que el índice general de la bolsa hongkonesa cerró en mínimos anuales.
Evergrande acumula deudas oficialmente por valor de más de 300 mil millones de dólares, el 2% del PIB chino, o el tamaño de toda la economía de Sudáfrica.
Las pérdidas se replicaron horas más tarde en los mercados europeos y norteamericanos, que se tiñeron de rojo.
La firma, fundada en 1996 y convertida en símbolo de los excesos de la burbuja inmobiliaria china, creció de modo desmesurado en los años de bonanza de las dos primeras décadas de este siglo. Su modelo de negocio aprovechó el crédito fácil para construir con dinero prestado ―por los bancos, por sus proveedores, de sus clientes e incluso por sus empleados― edificaciones que vendía antes de estar terminadas. Con ese dinero ejecutaba nuevos proyectos.
El modelo le permitió expandirse en numerosos sectores, desde el financiero, a través de una unidad de gestión de la riqueza, a los vehículos eléctricos, pasando por el fútbol.
La firma creció de modo desmesurado en los años de bonanza de las dos primeras décadas de este siglo. Su modelo de negocio aprovechó el crédito fácil para construir con dinero prestado edificaciones que vendía antes de estar terminadas. Con ese dinero ejecutaba nuevos proyectos.
Pero el año pasado comenzó a verse en dificultades, a raíz de una serie de medidas adoptadas por los organismos reguladores para evitar unos niveles de deuda alarmantes en la economía china, y en el sector inmobiliario en concreto: esta industria acumula cinco billones de dólares de endeudamiento. Entre otras medidas, las compañías ya no pueden recurrir a la venta por adelantado de sus promociones, lo cual ha supuesto graves problemas de liquidez para Evergrande.
El año pasado comenzó a verse en dificultades, a raíz de una serie de medidas adoptadas por los organismos reguladores para evitar unos niveles de deuda alarmantes en la economía china, y en el sector inmobiliario en concreto.
Según la revista Caixin, el grupo tiene en construcción cerca de 800 proyectos, de los que la mitad se han paralizado debido a la escasez de efectivo. Ha puesto en marcha un plan de desinversiones y de venta de sus promociones a precios rebajados para hacerse con liquidez, mientras intenta renegociar los plazos para la devolución de deuda a sus acreedores. Pero las protestas de suministradores o pequeños inversores de vivienda que reclaman su dinero se han convertido casi en un acontecimiento diario en su sede de Shenzhen.
Impacto limitado
Pese a lo anterior, diversos expertos no ven —por ahora— un riesgo mayor a nivel mundial.
Para Fátima Herranz, analista de Singular Bank, la situación de Evergrande “extiende la preocupación de los inversores por la evolución de los mercados inmobiliario y crediticio” en un contexto de desaceleración de la economía china.
Sin embargo, según Paul Lukaszewski, de Aberdeen Standard Investors, los riesgos de contagio de un eventual impago de Evergrande en los mercado mundiales “son limitados”.
“La exposición a la deuda y las acciones de Evergrande se concentra principalmente en China. Para que el contagio llegue a los mercados financieros mundiales, sería necesario que los efectos de la situación de Evergrande desencadenasen una crisis interna mucho mayor, algo que consideramos improbable”, subraya Lukaszewski.
La gestora alemana DWS cree que las reacciones de los mercados “son un poco alarmantes”, lo que podría provocar “un efecto dominó en los próximos días y semanas”.
No obstante, considera que se trata de un caso aislado y no prevé “una crisis financiera sistémica”.
Metapolítica consultó además por la crisis en la agencia china Xinhua, pero hasta el momento no se ha referido al tema. La última noticia data de julio del 2020, bajo la cabeza “Aumentan en junio ventas del gigante inmobiliario chino Evergrande”.
Con información de El País y Portafolio.co