Héctor Tapia / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El 1 de octubre se recibirá un Michoacán colapsado, en quiebra técnica, con una crisis provocada en diferentes áreas por el mismo gobernador saliente, Silvano Aureoles Conejo, refirió el gobernador electo Alfredo Ramírez Bedolla.
Esto lo dijo a tres días de que Aureoles Conejo entregue el cargo como gobernador, y a cuatro de que él asuma la titularidad del Ejecutivo del estado, si es que así lo ratifica la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en la sesión a realizarse el miércoles 29 de septiembre para abordar si se anula o no la elección de la gubernatura de Michoacán, tema sobre el cual se dijo confiado en el resolutivo por emitir.
En su conferencia de prensa de cada lunes, Ramírez Bedolla estuvo acompañado por Carolina Ortega y Yarabí Ávila, quienes forman parte de su Equipo de Transición, donde aprovechó para anunciar la integración de Humberto Arróniz Reyes a dicho equipo; además estuvo presente en el posicionamiento el delegado Nacional de Morena en funciones de dirigente estatal, Raúl Morón Orozco.
En este contexto, Alfredo Ramírez señaló que a tres días de que concluya el sexenio de Silvano Aureoles, al hacer una evaluación, dijo que el mandatario michoacano “deja una estela de ingobernabilidad, de crisis financiera de inseguridad”, lo que a su consideración “son muestras elocuentes de las cosas que no se hicieron bien”.
Aseveró que desde hace tres años el gobierno estatal “desapareció” por el actuar de Aureoles Conejo, por lanzarse al ruedo electoral, por lo que consideró que “los michoacanos y michoacanas están defraudados y agraviados como pueblo y sectores, por esta irresponsabilidad”.
Aseguró que es vox pópuli que “la clase política que encabeza el gobernador saliente se enriqueció, se hicieron dueños de ranchos, huertas, se convirtieron en aguacateros”, por lo que insistió en que se le habrá de investigar sobre enriquecimiento ilícito.
“No habrá de ninguna manera, negociación, perdón, ni olvido. No debe haber impunidad, y quienes defraudaron, deberán enfrentar su responsabilidad”, enfatizó.
Aquí dio a conocer que a partir de la información que se ha podido obtener se adelanta que Silvano Aureoles dejará un estado en quiebra técnica, con un boquete financiero estimado en 50 mil millones de pesos.
De estos, dijo, 20 mil millones de pesos corresponden a deuda pública; 13 mil millones de pesos, al déficit que se tiene, además de una deuda de 4 mil 800 millones de pesos al ISSSTE; mil 58 millones de pesos de deuda al IMSS, así como 500 millones de deuda a pensiones civiles del estado.
“Hace dos meses, lo dijimos, que se iba a provocar una crisis, que de manera artificial el gobierno del estado la provocaría, para convulsionar el estado, y así se recibirá el 1 de octubre. Con focos rojos generalizados, la primera tarea es ganar gobernabilidad, estabilidad, resolver el tema financiero para cerrar el año. La universidad no tarda en quedarse sin recursos”, abundó el gobernador electo.
