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#ENTRELÍNEAS // PRD Michoacán, la disputa por el control total de lo que queda del partido

Por Héctor Tapia

En el Partido de la Revolución Democrática (PRD) Michoacán ha escalado la disputa por los pocos espacios que quedan, particularmente los partidarios, más a partir de que se les acabó la agencia de colocación que ha venido significando el gobierno para los proyectos ganadores.

En esta disputa, ya pasada la resaca electoral, y que comienza a dimensionarse lo que se perdió, hay quienes no sólo no quieren dejar la fuente de financiamiento y operación política que significan las posiciones partidistas, sino que quieren controlar absolutamente todo dentro del mismo sol azteca.

Esta ruta de algunos, por supuesto, ha encrespado los ánimos dentro del partido, y a algunos los ha orillado a renunciar, y otros están por hacerlo. 

Por el momento solo ha hecho público su rechazo a lo que vive el partido Javier Robledo, quien renunció a su militancia en el PRD, y dejó a su paso el cargo como secretario de Asuntos Legislativos de la Dirección Ejecutiva Municipal en Morelia, dirección de la cual, por cierto, su presidente, Nilton Valladares, sigue ocupando el cargo partidista aun cuando lo tiene impedido por ser funcionario municipal en el gobierno de Alfonso Martínez Alcázar.

Sin embargo, se sabe ya de otros que han buscado acercamientos con otras fuerzas políticas, no sólo Morena, para migrar hacia un proyecto que les permita seguir participando políticamente en la vida pública del estado.

Pero ¿por qué la migración que se anticipa? Bueno, son variadas las razones, pero confluyen en una sola y contundente respuesta: ante lo que advierten será la imposibilidad de caminar con lo que, aseveran, será un partido secuestrado, que después de la elección, y más específicamente después de que se ratificó em triunfo de Alfredo Ramírez Bedolla, ha quedado inmóvil y sin ruta.

Aquí se han referido varios nombres y grupos con la firme intención de apropiarse no sólo de las tres posiciones acéfalas de la dirigencia estatal, comenzando por la presidencia, sino que han velado su interés por cualquier medio de desplazar de las otras posiciones dentro de la dirección ejecutiva estatal, la cual, dicho sea de paso, es contra estatuto, porque fueron electos por un periodo de tres años, y apenas van por el primero, pero se advierte estos movimientos serían vía presión a partir del argumento de la inmovilidad en que ha caído el partido en los últimos meses.

¿Pero quiénes son los interesados en apoderarse de la dirigencia estatal? Son dos: Víctor Manríquez González, diputado local actual; y la expresión liderada por el senador Antonio García Conejo, medio hermano del exgobernador Silvano Aureoles.

Sobre el primero, despertó suspicacias en la coyuntura actual su interés y persistencia por ser de nueva cuenta dirigente, vía figura de delegado, en una nueva versión, dado que en su momento fue activo importante de la expresión conocida como Alternativa Democrática Nacional (ADN), la cual lideró entonces en todo el estado el ahora morenista y secretario de gobierno Carlos Torres Piña, a quien se le ha adjudicado el interés por tener dirigiendo a uno de los que fuera sus aliados en el partido del sol azteca.

Y sobre el segundo liderazgo, el senador perredista con varios perfiles en la puja; el exdirigente Martín García Avilés, el exdirigente Juan Bernardo Corona, y hasta la misma Julieta López Bautista, en el que García Avilés y Julieta López han sido los más insistentes en esta posición de la presidencia vacante.

García Avilés tiene serías críticas al interior del partido por las condiciones en que dejó su periodo como dirigente, y que privilegió a sus allegados en lugar de construir acuerdos con otros perredistas a la hora de definir candidaturas en 2018. Mientras que en el caso de Julieta López, a quien no ven como una verdadera militante, también enfrenta el rechazo, porque consideran que no abonará a la reconstrucción necesaria que está por vivir el partido.

De forma paralela, esta situación y polarización interna que se vive no ha generado condiciones para la realización del Consejo Estatal con carácter electivo que se requiere para designar tanto a los titulares para la presidencia, como la secretaría general y ahora también la de asuntos electorales.

El proyecto ideológico y político ha quedado de lado. Es evidente por ahora que es la disputa simple y burda por los espacios la que manda, en una coyuntura en la que supervivencia del PRD sigue siendo una incógnita.

Héctor Tapia.
Director General de Metapolítica.mx, reportero en Medios Radiofónicos de Michoacán y analista político en Canal 6 Media Group y Cadena Rasa.

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