Héctor Tapia
¿Hay alguna salid digna para el Partido de la Revolución Democrática en Michoacán frente al proceso de descomposición interna que vive producto de la pugna por la dirigencia estatal?
Sí, la hay. Pero pareciera que gran parte de los actores “dominantes” se resisten a los cambios, a nuevas apuestas, en realidades que muchos de ellos, cuando menos en apariencia, no reflejan comprender.
La salida es simple: apostar a perfiles que no generen encono, relativamente frescos y que han dado resultados en el panorama partidario interno.
¿cuál es el contexto?, en el partido del sol azteca tienen que definir tres perfiles para la dirección ejecutiva estatal: la presidencia del partido, la secretaría general y también asuntos electorales. Las dos primeras desde hace tiempo.
Sin embargo hay voces internas que insisten en “renovar” la totalidad de las secretarías, con tal de apoderarse del partido; pasando por alto lo que dicen los estatutos. Es necesario que quienes ocupan alguna secretaría renuncie para que se pueda renovar su posición. Y eso no ha ocurrido, y se ve muy complicado que eso suceda. Por tanto, las únicas posiciones a renovar son las arriba referidas.
Sin embargo, el afán de aferrarse “hasta con las uñas” por los espacios del partido, actores principalmente de Foro Nuevo Sol, del ala afín al senador Antonio García Conejo, han tomado una ruta por desgastar de manera interna.
Varios de los nombres que se siguen impulsando para la presidencia son Julieta López Bautista, ex coordinadora de comunicación social del gobierno de Silvano Aureoles, Juan Bernardo Corona Martínez ex secretario de seguridad pública con el mismo ex gobernador y ex dirigente estatal, Octavio Ocampo, ex legislador local.
De todos los nombres que se barajan, a cierta distancia se observa que el que menos confrontación interna provoca es Octavio Ocampo, afín a Adrián López Solís, líder de otra de las alas fuertes de Foro Nuevo Sol, quien viene de la presidencia del Consejo Estatal.
Tanto Julieta López, quien estuvo en una posición que generó tantas críticas a Silvano Aureoles y le pasó la factura al PRD en las elecciones pasadas, no es bien vista por el perredismo; en tanto que Juan Bernardo Corona Martínez, está en una circunstancia similar.
Pero no olvidemos que está también la secretaría general en juego; posición a la cual renunció en su momento Silvia Estrada, y no sólo renunció a esa cartera, sino a su militancia. Por tanto es una secretaría que también tendrá que renovarse, y ahí, a partir de lo que se menciona en el mismo partido del sol azteca, otro perfil que ha surgido es Helder Valencia, de Nueva Izquierda, quien hasta el momento no tiene negativos, ni confrontaciones.
Viene de una expresión que a nivel nacional tiene el control político del partido, por lo que en lo local tendría el respaldo para poder asumir esa posición. También, si se ve de manera fría, es un perfil fresco que podría abonar a quitar tensión al interior del partido.
El PRD enfrenta un momento sumamente complejo, donde quienes han sido señalados y cuestionados por su papel en la función pública cuando la tuvieron, y que no ayudaron al partido, quieren perpetuarse; si no dan el viraje hacia perfiles que no les confronten podría darse otro cisma interno que bien podría ser el epitafio de un partido que tuvo sus buenos tiempos en Michoacán, pero que ahora lucha por existir y seguir recibiendo recursos públicos. Renovar o morir.
