Redacción
Ciudad de México.- La diputada Sayonara Vargas Rodríguez (PRI) presentó una iniciativa que reforma la Ley Orgánica del Congreso General para que los coordinadores de los grupos parlamentarios sean electos bajo la premisa de alternancia de género y consolidar el equilibrio en la igualdad de oportunidades, en especial en lo que se refiere a los espacios públicos.
En un comunicado aseguró que la paridad de género pretende reconocer y respetar de manera efectiva la igualdad entre mujeres y hombres, por ello, dijo, es preciso que las mujeres puedan llegar a posiciones de decisión y de relevancia en la vida política del Congreso.
En ese sentido, reiteró la necesidad de que los coordinadores de los grupos parlamentarios sean electos bajo la premisa de alternancia de género, es decir, que cada que una bancada elija o cambie a la persona que los encabeza, deberá ser de un género distinto al anterior.
Con ello, puntualizó, se busca dar más y mayor visibilidad a la mujer legisladora y una plena eficacia al principio de paridad establecido en el artículo 41 de la Constitución Política. “Hagamos real la paridad de género”, enfatizó.
Vargas Rodríguez dijo también que esta modificación hará que la paridad de género sea una herramienta eficaz y se vea reflejada en la composición paritaria desde las comisiones legislativas.
Sostuvo que el aumento cuantitativo de las mujeres en los espacios políticos, por consecuencia, debe seguirle un cambio cualitativo en los modos de hacer política, construyendo una nueva democracia, que reconozca sus derechos como legítimos derechos humanos.
La diputada aseveró que a pesar de los esfuerzos y labor que realiza el sector femenino en las diferentes esferas y que representan el 51% de la población en el país y en la Cámara de Diputados el 50%, esto aún no se refleja.
Por ejemplo, expuso, tan solo en esta Legislatura no se consideró ningún apoyo al Sistema Nacional de Cuidados, que permitiría a más mujeres tener un empleo.
Esto solo lleva, precisó, a generar las herramientas para reconocer y respetar de manera efectiva la equidad de género y la necesidad de un trato diferenciado en razón de las condiciones de vulnerabilidad o desventaja.