Redacción
Ciudad de México.- La vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Karla Yuritzi Almazán Burgos, participó en la edición 25 Reunión Extraordinaria del Foro de Presidentes y Presidentas de Poderes Legislativos de Centroamérica, la Cuenca del Caribe y México (FOPREL), en la que se abordó el tema “Gobernanza migratoria regional, desde un enfoque de Agenda 2030”.
En el acto, la legisladora afirmó que a pesar de las herramientas y apoyos institucionales se requiere una labor colectiva y bien coordinada, tomando como marco la Agenda 2030, para hacer frente a los retos migratorios que siguen expandiéndose en la región de América Latina y el Caribe.
“Recordemos que la crisis sanitaria, económica y social sigue causando graves estragos y nuestros países requieren de más atención”, subrayó.
En tal sentido, invitó a los legisladores a proponer ideas y medios para mejorar los esquemas de gobernanza migratoria de manera regional, “así lograremos encauzar soluciones de largo plazo por nuestra gente”.
Informó que en México la Cámara de Diputados ha dado pasos para mejorar la gobernanza migratoria con la aprobación de reformas a la Ley de Migración, cuyo objetivo fue establecer como criterio el interés superior de la niñez y afianzar la perspectiva de género, y otras que obligan al Estado a garantizar el derecho a la presunción de inocencia de las personas migrantes, con independencia de su nacionalidad o situación migratoria.
Señaló que la Agenda 2030 considera a la migración como un aspecto primordial de desarrollo, y la ha incluido en la plataforma operativa como catalizador de oportunidades.
Por ello, dijo que la meta 10.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es reducir la desigualdad en los países y facilitar la migración y la movilidad ordenada, segura, regular y responsable de personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas.
Además, informó que el año pasado la migración global fue de 280 millones de personas, equivalente al 3.6% de la población del mundo, lo que es una tendencia al alza que tiene alrededor de cinco décadas.
Indicó que Estados Unidos ha sido el principal destino en el mundo para la migración desde 1970, y la población foránea pasó de 12 millones en ese año, a 51 millones en 2019.
Una parte importante de ese flujo proviene de Centroamérica, dijo, cuya dinámica ha aumentado durante los últimos 30 años, que es de casi 16.2 millones de personas migrantes.
“Además, la pandemia generó un gran impacto sobre la migración en la región, y las restricciones de movilidad, cierre de puestos fronterizos y la solicitud de requisitos sanitarios de ingreso alteraron la dinámica migratoria de Centroamérica, lo que ha dado como resultado que los países de esta región y México —que en conjunto son una población de 179.6 millones de personas— tengan 2.3 millones de migrantes internacionales residiendo en ellos”, dijo.
Almazán Burgos destacó que la mujer ocupa una función preponderante en los movimientos migratorios y que de los más de 10 millones que hay en esta región, 50.9% son mujeres, por lo que, al conformar más de la mitad de esta población, las problemáticas las afectan más.
“Si analizamos los Objetivos para el Desarrollo Sostenibles establecidos en la Agenda 2030 a la luz del fenómeno migratorio, se hace indispensable generar mecanismos jurídicos necesarios que permitan brindar, no solo protección contra las problemáticas relacionadas con la seguridad e integridad personales –es una obligación que debemos asumir todos los países—, implica la planeación, implementación y evaluación de políticas públicas que tengan por objeto la inclusión de mujeres migrantes”, subrayó.
Agregó que la migración puede ser primordial en la reactivación de la economía a través de la adquisición de nuevas habilidades y transferencias de recursos.
“Este año, el Banco Mundial anticipó que México se convertiría en el tercer receptor de remesas con 52 mil millones de dólares, lo que generaría una derrama económica que ayude enormemente a comunidades y localidades, pero para que ello ocurra de la mejor manera, debe existir un buen esquema de gobernanza migratoria”, comentó.