Héctor Tapia / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Frente a lo que será la apertura de las fronteras de Estados Unidos para el comercio de aguacate proveniente de varias entidades federativas de México, Michoacán se enfila a la búsqueda de la denominación de origen del fruto.
Con esto, dijo el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, se buscaría blindar la producción local, y de forma adicional impulsar también medidas que aseguren la sostenibilidad del producto.
De acuerdo con el gobernador, esta medida la viene proponiendo desde hace varios años, y que ahora, a partir del anuncio hecho por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) federal de la apertura del mercado en Estados Unidos a este producto, está llevando a tomar este tipo de medidas.
“Es probable que en abril se abra la frontera para otros productores de aguacate, como de Jalisco y Nayarit; esto nos llama a tomar medidas para que Michoacán siga protegiendo la producción de aguacate”, explicó ante los medios de comunicación.
Con esta denominación de origen que se pretende “se delimitaría la frontera del cultivo del aguacate, es un tema ambiental, para no permitir que siga creciendo la mancha aguacatera, alimentaría la sustentabilidad de medioambiente”.
“Es una iniciativa que tengo años impulsando, pero ya llegó el tiempo”, y a partir de la apertura de la frontera del mercado en Estados Unidos es que se hizo más patente la necesidad de una denominación de origen, refirió.
En esta ruta, dijo, se está trabajando con el sector productivo, dado que es una medida que consideró urgente, tanto en materia ambiental como también en materia económica.
La denominación de origen, dijo, permitirá tener “una forma distinta de organizar al sector productivo aguacatero en Michoacán, tiene que ver con conformar una forma diferente, adecuada”.
Incluso implicaría impulsar un consejo regulador de aguacate, que puede ser la mismo Asociación de Productores de Aguacate del Estado de Michoacán (APEAM), para buscar implementar normas más estrictas, que tendrían que ir de la mano de normas oficiales mexicanas para que tanto la productividad como la protección del medioambiente se garanticen.
