Arturo Hernández
Citando al humanista jalisciense Manuel Gómez Morín: “La violencia está en el seno mismo de las estructuras injustas, en el abuso del poder, en la explotación del hombre por el hombre, en las excesivas desigualdades entre los grupos sociales y en el injusto trato entre las Naciones”, Michoacán se ve envuelto en una ola de violencia y es necesario que se generen acciones y estrategias de parte de la autoridad estatal.
Regularmente desde niños estamos buscando el reconocimiento de nuestro trabajo y desempeño. Como cuando hacemos un trabajo, nos gusta que nos digan que somos el primer lugar en lo que hacemos.
Pero hoy hablemos de la calificación del primer lugar que se ha ganado Michoacán por la cantidad de homicidios que aquejan a nuestro querido estado.
De acuerdo a la Constitución de Michoacán, la seguridad de nuestro estado es responsabilidad del gobernador en turno, en este caso, Alfredo Ramírez Bedolla, quien está obligado asignar los recursos necesarios y establecer estrategias, así como las acciones en beneficio de los michoacanos y de la búsqueda de la paz.
Sin embargo, a más de 100 días de a ver asumido el cargo, de acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), al 25 de enero del presente año, Michoacán es el estado más violento del país con 186 ejecuciones, además, tenemos la estrella de ser en 2021 la tercera entidad más violenta con 2 mil 732 homicidios dolosos.
No bastando con esos, somos, lamentablemente, el sexto lugar nacional en secuestros a mujeres en 2021.
¿Pero por qué somos un estado tan peligroso? Porque todo indica que nuestro gobernador está al frente de una responsabilidad que no conoce. Porque si revisáramos las estrategias de seguridad, podríamos hacer un análisis de las acciones enfocadas en la búsqueda de la paz para los ciudadanos, pero en realidad, no hay una verdadera estrategia, y por el contrario, mucha ignorancia por parte del gobernador y sus encargados de la seguridad.
Primero hablemos de lo político. Cuando vendían su proyecto criticaban al gobierno anterior, argumentando la incapacidad de su plan de paz para Michoacán, entre ellos el Mando Único (que no han logrado que los firmen los municipios); filtros de seguridad; la instalación de cámaras, y arcos de seguridad. La realidad es las cosas no estaban mejor que ahora, pero hoy a más de 100 días de gobierno estatal, Bedolla y su gabinete se ha dedicado a replicar las estrategias de Silvano, pero con menor éxito.
Con acciones iguales, resultados iguales. Esto es una premisa en la administración, para obtener un resultado diferente, para bien o para mal, debes de partir cambiando las acciones que desempeñas, y en este caso, el gobierno del estado, a pesar de ser un gobierno “diferente”, con un gobernador “diferente” y un secretario de seguridad pública “diferente”, tenemos la misma estrategia, pero lo verdaderamente preocupante es que tenemos peores resultados.
No estamos hablando de venta de producción o de producción empresarial, estamos hablando de vidas, de un estado de seguridad, gobernabilidad y paz social.
El gobernador está obligado, a más que replicar las frases del gobierno federal y decir que tuvieron mesas de seguridad y que llegaran más elementos de la guardia nacional, a demostrar que sabe hacer las cosas y que cuenta con una verdadera estrategia, que más allá de los discursos políticos se vean los resultados.
¿Cuánto tiempo se necesita para lograr resultados?, ¿qué es lo que le hace falta para ponerse a trabajar y demostrarle a los michoacanos que le dieron su voto que Morena hará las cosas de manera diferente?
Alfredo Bedolla necesita apoyo de personas con conocimiento en estrategias de seguridad o replicar acciones de éxito que generen una paz duradera en el estado de Michoacán. Si Ramírez Bedolla no sabe qué hacer, que pregunte o que replique acciones de éxito de otros estados.
Señor gobernador: la paz no se compra, ni se gana con decirlo, la PAZ es un estado social que se obtienen con estrategias y la capacidad de mantener un orden social. Ahí le encargamos que ya se ponga hacer algo y no sólo repita lo que dice su líder moral.
Sólo con una nueva estrategia de seguridad, lograremos una nueva realidad para Michoacán…
