Héctor Tapia / Metapolítica
El Congreso del Estado enfrenta un momento crucial en el saneamiento de sus finanzas.
Para ello debe tener claridad en varios aspectos. Uno es que tienen que conocer quiénes trabajan y quiénes no; y dos, quiénes llegan con la actual Legislatura.
Con ese fin, los integrantes de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) firmaron un acuerdo, por medio del cual enfilaron una serie de acciones para depurar la plantilla laboral y dejar a quienes por experiencia son necesarios en las distintas áreas del Poder Legislativo, y también abrir espacio a quienes arriban con los actuales diputados como parte de su equipo de ayudantía.
Este acuerdo, firmado por los integrantes de la Jucopo de la LXXV Legislatura desde el 14 de diciembre pasado, definió que las quincenas al personal de confianza relativas al mes de diciembre se pagarían vía cheque y no por transferencia, como venía operando, y que se darían de baja el 31 de diciembre de 2021.
Con este mecanismo se instruyó al secretario de Finanzas del Congreso que se pagaría con cheque para que todos aquellos que venían como empleados de confianza y que recibían un pago acudieran directamente ante el Legislativo y con ello saber en cuál área estaban y qué trabajo específico realizaban.
A su vez, el acuerdo contemplaba que a partir del 1 de enero de 2022 se recontrataría a los eventuales que venían trabajando sólo bajo dos supuestos: uno de ellos es que fuera a solicitud expresa de alguno de los diputados y diputadas integrantes de la actual Legislatura; y dos, que por su experiencia en cierta área o responsabilidad se hubieran ganado el lugar a solicitud de los responsables de las mismas áreas.
A quienes no se les requiriera, ya no serían recontratados.
Este acuerdo le fue notificado al secretario de Finanzas del Congreso de Michoacán, Mario Alberto Villegas Alfaro, desde el 14 de diciembre, con ratificación de esta disposición en la sesión de la Jucopo del 21 de diciembre, donde se le dio la instrucción de que sólo sería recontratado el personal bajo los supuestos mencionados.
A partir de esto, la misma Secretaría de Finanzas del Legislativo tuvo que tomar las previsiones correspondientes. Al respecto, se sabe que Villegas Alfaro será llamado a que presente un informe a los integrantes de la Jucopo en el que detalle cuántos de los que se venían desempeñando hasta el 31 de diciembre fueron recontratados, y cuántos quedaron fuera definitivamente de la plantilla laboral del Congreso.
La medida es entendible porque es la Legislatura actual la que tiene que decidir sobre quienes ocuparán los puestos de confianza, y no pueden estar arrastrando personal que viene de otras legislaturas sin que justifiquen su servicio en las distintas áreas.
Además, es un secreto a voces que el Congreso de Michoacán cuenta con varios que están en la nómina, sin que estos se hayan presentado siquiera a laborar; por ello, esta medida ayudará a limpiar y depurar la plantilla. En este aspecto no se tiene un dato de cuántos espacios están en este supuesto. La transparencia no es necesariamente el fuerte del Congreso, aspecto que también ha generado duda en los mismos diputados y diputadas integrantes de la LXXV Legislatura, y de aquí la medida que fue acordada.
Actualmente, el Congreso tiene un aproximado de mil trabajadores en la plantilla laboral; de los cuales se estima que alrededor de 480 son sindicalizados; es decir, más de la mitad de los que se tiene en la plantilla laboral son de confianza o de base.
Cabe apuntar que hace 10 años, la plantilla laboral del Legislativo ascendía a 850 empleados, entre sindicalizados y de confianza; es decir, se estima que los 150 empleados que creció la plantilla laboral en las últimas tres legislaturas se debió a las herencias que fueron dejando los diputados locales de anteriores legislaturas al concluir sus responsabilidades constitucionales.
Incrementaron 150 puestos en 10 años, sin que haya incrementado ni la cantidad de diputados locales, ni la cantidad de responsabilidades que tienen que desahogar de manera cotidiana como parte de la labor legislativa.
Es preciso que el Congreso local tenga claridad sobre la plantilla laboral que depende de este poder, pero también que se transparente.
Los resultados de esta coyuntura provocada por la instrucción de la Jucopo a la Secretaría de Finanzas del Congreso tendrá que ser informado en próximos días. Quizá sólo así se pueda tener claridad de quiénes sí trabajan en el legislativo, y si es que lograron depurar la plantilla laboral.
