David Daniel Romero Robles
Es necesario realizar constantes ejercicios de análisis de los procesos de cambio de nuestras comunidades, entre ellas, la participación política. Para el presente artículo de opinión utilizaré el concepto de colonialismo interno, no es casual, en distintos espacios académicos lo escuché incluso en algunas reuniones con don Pablo González Casanova realizaba disertaciones sobre el tema, sobre los presentes acontecimientos políticos se encontraba el concepto de colonialismo interno. ¿Qué es el colonialismo interno? Don Pablo G. señala que “está originalmente ligada a fenómenos de conquista, en los que las poblaciones de nativos no son exterminadas y forman parte, primero del Estado colonizador y después del Estado que adquiere una independencia formal, o que inicia un proceso de liberación, de transición al socialismo, o de recolonización y regreso al capitalismo neoliberal” (González, 2003:3). El concepto no es exclusivo del ámbito político, también se encuentran en lo social, económico y cultural, de manera relacional.
En los últimos treinta años, en la participación política de nuestras comunidades se manifiesta su creciente acercamiento a otros niveles de organización como los partidos políticos, los sindicatos, organizaciones sectoriales, de estas, las más preocupantes hoy son las económicas. Los factores que han incidido en este cambio, sin lugar a duda, son los intereses individuales, grupales y, por último, comunales articulados a la lógica política de Estado, es decir, la agenda de las discusiones ideológicas las pone el Estado mediante los diversos actores políticos que en los escenarios estatales, nacionales o incluso internaciones se disputan cuotas de poder.
Cuando construimos integrantes de la comunidad de Cherán la propuesta de ejercer el derecho a la libre determinación de nuestros pueblos originarios lo realizamos pensando en atender las necesidades inmediatas de manera colectiva, porque así lo realizaban nuestros antepasados frente a los enemigos externos. Ahora frente al crimen organizado como instrumento de la clase económica, el origen de esta propuesta fue la defensa de nuestro territorio de nuestra madre tierra, así emprendimos los y las comuneras de Cherán ideológicamente nuestro primer gobierno comunal y por diferencias con la comunidad de Santa Cruz Tanaco, única tenencia de Cherán se les otorgo el presupuesto directo. En el análisis general de la comisión política de Cherán las comunidades no recibían el recurso proporcional de los Ayuntamientos que les correspondería por ley. En la comisión política de nuestra comunidad, las diferencias internas comenzaron en el quehacer político y terceros ajenos a las comunidades aprovecharon la coyuntura política, como en todos los procesos algunos actores de las propias comunidades observaron una posibilidad de tener el control económico y, por consiguiente, el control político.
La estrategia se centró en mantener el control de los espacios de definición de las comunidades como lo son las asambleas. Les bastó a determinados actores políticos con negociar espacios en las estructuras de los gobiernos comunales, las mismas prácticas cuestionadas al sistema occidental, y para los actores externos de las comunidades, la dirección política e ideológica de grupos de actores de las comunidades frente a las instituciones de Estado como cuota de poder. Estos errores traen costos y ya comienzan a ser visibles. Las disputas ahora son internas por el presupuesto y el manejo de los recursos de las comunidades. Algunos Concejos han fracasado, otros no concluyen los periodos del encargo. En la gran mayoría de las comunidades que ejercen el derecho de libre determinación son objeto de negociación, despojo del territorio y de los recursos estratégicos para la existencia misma de las comunidades por la agroindustria.
Hoy contamos con datos validados por el compañero doctor Marcial Reyes C., así el despojo en las siguientes comunidades; Urén,100 hectáreas de aguacate y 66 hectáreas de berries, tasa de crecimiento de 2.5 hectáreas de aguacate al mes; Tanaquillo,más de 300 hectáreas de berries y 50 hectáreas de aguacate, con una tasa de crecimiento mensual de berries en macrotunel y cielo abierto de 2.4 hectáreas por mes; Acachuén,comienza el desarrollo de producción de aguacate con aproximadamente 10 hectáreas dispersas; Santo Tomas,33 hectáreas de agave azul y 65 hectáreas de aguacate, con una tasa de crecimiento del aguacate de 1.3 hectáreas por mes; Zopoco,comienza el desarrollo de producción de aguacate con 19.5 hectáreas dispersas; Huanzito,120 hectáreas de aguacate con una tasa de crecimiento de 1.8 hectáreas al mes; Ichán,143 hectáreas de aguacate con una tasa de crecimiento de 2.1 hectáreas al mes. Tócuaro,comienza el desarrollo de producción de aguacate con 5 hectáreas dispersas y planta recién establecida; Carapan,270 hectáreas de aguacate con una tasa de crecimiento de 5.2 hectáreas por mes; Etúcuaro,2 000 hectáreas de berries establecidas con acolchado y macrotuneles, datos verificados al 2020.
Hoy, la mayoría de los integrantes de los comités centrales que dicen tener el control político de las comunidades indígenas en nuestro estado de Michoacán son ajenos a las comunidades, aun así determinan el rumbo de los concejos de gobiernos comunales. Por lo expuesto, las comunidades se convirtieron en un instrumento.
Referencia bibliográfica:
Gonzales, Pablo (2003) Colonialismo interno (Una redefinición). En Revista Rebeldía, No. 12.