Héctor Tapia / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- La situación de violencia que se suscitó en Urapicho, municipio de Paracho, producto del secuestro de funcionarios municipales a manos de comuneros por la exigencia de recursos directos, evidenció la falta de comunicación entre el gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, y su secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña.
Mientras la tarde de este lunes el encargado de la política interna del estado aseveró que desde el 13 de enero de 2019 la comunidad de Urapicho había signado el convenio para la asignación directa de recursos, el gobernador del estado, en conferencia de prensa, aseveró y fue tajante al remarcar que esto no es cierto.
“En pleno respeto a su libre autodeterminación y presupuesto directo, la Secretaría de Gobierno señala que los recursos que se le asignan a la localidad corresponden a 6.1 millones de pesos de manera anual”, refirió la dependencia encabezada por Torres Piña a través de un comunicado.
Fue la mañana de este martes cuando el gobernador remarcó que “Urapicho no está bajo el régimen de autogobierno ni de presupuesto directo. No está en esa categoría; hay que ser claros y precisos”.
El gobernador invitó a Urapicho a que regularice su situación y dijo que “hay un convenio de hace años con el Ayuntamiento de Paracho, pero no está bajo el régimen de autogobierno. No hay que confundir, es un acuerdo que se estableció hace tiempo”.
“A Urapicho, en base a ese convenio entre el Ayuntamiento y Urapicho, les dan 6 millones de pesos. Ellos están exigiendo más”, destacó Ramírez Bedolla.
