Por: José Irán Moreno Santos
En 2016 invité a Gustavo Petro a México, entonces estaba en proceso de desafuero y destitución como Alcalde Mayor de Bogotá. Le inventaron delitos para que no pudiera participar como candidato Presidencial.
Escuché por primera vez del hoy presidente electo de Colombia por voz de Antonio Navarro Wolf, quien había sido compañero de armas en la guerrilla del M-19, y que juntos con otras compañeras y compañeros decidieron emprender del camino del diálogo político y la paz para ese país.
En aquellos años me decía Antonio que juntos participaron en el Polo Democrático Alternativo -partido histórico de la izquierda colombiana- y que juntos se apoyaron para alcanzar la Alcaldía bogotana. Pero surgieron diferencias y unos meses después se dividieron y caminaron por senderos diferentes.
Gustavo Petro en México participó como conferencista magistral en el encuentro que denominamos de la Izquierda Democrática en dónde también participó Máximo D’Alema, José Mujica, Raúl Sendic, Álvaro García Linera, Luiz Dulci, Carlos Ominami entre otras y otros destacados dirigentes políticos de la izquierda democrática y progresista de América y Europa, todos ellas y ellos ministros, vicepresidentes, secretarios de estado y ex presidentes de sus países.
En aquella ocasión Petro habló sobre la importancia de la vida, la paz, el medio ambiente, el cambio climático, el cambio de matriz energética, la integración e inclusión.
Alertó sobre el crimen organizado, la violencia y la injusticia. Sin duda una de las ponencias más brillantes del Encuentro.
Como producto de su conferencia fue invitado por el entonces gobernador Silvano Aureoles a Michoacán y el entonces presidente municipal de Acapulco, Evodio Velázquez. En esta breve gira nos acompañó Teresa Mujica Morga entrañable compañera de lucha y mujer defensora de los derechos de los afrodescendientes en México, quien también cultivó una cercana amistad con Gustavo.
En ambas visitas el entonces Alcalde bogotano les hizo propuestas de cambio en políticas públicas, atacar la desigualdad desde la juventud y abrir espacios de participación social para regenerar el tejido social que ya para ese momento se encontraba dañado en ambos territorios. Ninguno hizo el menor esfuerzo en atender sus propuestas, pero si mostraron al visitante colombiano el supuesto control que tenían de sus administraciones y como simulaban gobernar. Estás expresiones no buscan desacreditar a los gobernantes del PRD sino ubicarlos en su justa actitud.
Ambos gobernantes y dirigentes que escucharon a Gustavo y demás ponentes extranjeros solo mostraban las fotos del encuentro, pero fueron sordos a sus planteamientos, propuestas y advertencias sobre la conveniencia de las alianzas con la derecha por pragmatismo electoral.
Hoy uno de los principales impulsores de esos encuentros y dirigentes son las más antidemocráticos que tiene el PRD en México, que a como dé lugar y cueste lo que cueste se mantendrán en la dirección del partido sin importar lo que significó está organización para el cambio democrático en el país.
Pero estamos hablando del presidente electo colombiano. Gustavo Petro ganó porque es un hombre congruente en su actuar político y en su pensamiento ideológico. Es un político formado no solo en el pensamiento de izquierda si no del pensamiento científico dónde basa su discurso, es hombre de ciencia, amante de la vida, porque ha conocido lo que es la guerra y la muerte en ella; es un hombre tolerante, demócrata, respetuoso de la diversidad de pensamiento, no es machista a pensar de que tiene sí algunos tintes autoritarios, es feminista, ecologista, ambientalista, acepta al diferente y la diferencia si hay argumentos que convenzan y está capacitado para gobernar Colombia y seguro qué su vicepresidenta Francia Márquez le podrá compartir también de su congruencia, conocimiento, resistencia y dolor para que ambos puedan hacer un buen gobierno.
Gustavo Petro es un hombre que se opuso al régimen desde las armas, desde la política, desde la razón y la ciencia y creo que gobernará como hombre de Estado Colombia y esperamos sea un ejemplo de izquierda Democrática y progresista, que sea referente para muchos que compartimos está visión del mundo, este modelo de gobierno, ese sueño de tener una vida más justa equitativa y sin discriminación en nuestros pueblos.
A diferencia de políticos mexicanos, Gustavo Petro representa al progresismo, al socialismo democrático y su gobierno será un gobierno claramente definido sin ambages, sin populismos y sobre todo será un gobierno democrático, sin enemigos del pasado a quien echarle la culpa de sus futuros errores. Venga Colombia, comiencen una nueva era democrática.
