Por José Irán Moreno Santos
En la última semana nos hemos enterado una vez más como el dinero en la política es fundamental para sostener un movimiento, una campaña presidencial o estatal, sostener a un dirigente o grupo político y siga dirigiendo su partido, siga sosteniendo a los grupos políticos al interior de los partidos políticos y como también esto se requiere para las campañas municipales, distritales locales y federales ya sea del partido azul, guinda, amarillo, rojo y tricolor. El cash como el rey de la política.
Lo escriben en libros como historias compartidas, los presentan como filtraciones en programas de televisión disfrazados de transparencia y rendición de cuentas, los hemos visto en video escándalos e incluso dirigentes de partidos afirman que entregaron cheques para campañas y otros argumentan que han visto a dirigentes políticos llegar a Palacio Nacional, a casas de campaña u oficinas privadas con bolsas y portafolios y entregarle sus recursos a secretarios particulares o contadores de los dirigentes.
Está muy claro, que el financiamiento público a los partidos no les es suficiente, ni a los dirigentes de esos partidos, ni a los dirigentes informales de los grupos, corrientes, tribus o expresiones políticas que conviven al interior de los institutos políticos, entonces para que tanta regulación en el marco del Instituto Nacional Electoral para campañas y financiamiento público para los partidos si estos no se llenan con ese financiamiento público y tiene que estar buscando otras fuentes, como el que te regresen una lana porque eres diputado, presidente municipal gobernador o porque con ello compras una secretaría de estado, una diputación federal, una diputación local o incluso una gubernatura. Entonces para que tanta regulación, entonces para que el INE, entonces para que simular cuando todos, todos, desde el Presidente de la República hasta los opositores tienen esos mecanismos fraudulentos y corruptos de adquisición de recursos para los partidos y para las campañas.
Estás revelaciones que si bien no son nuevas, nos muestran claramente que a lo largo de los años los partidos y dirigentes han caído en corrupción, en desvío de recursos y en obtención de recursos ilícitos y hasta el día de hoy solo uno o dos de estos dirigentes que han recibido dinero han estado en la cárcel, por mencionar solo a René Bejarano, Rosario Robles y el empresario Carlos Ahumada y tal vez al que le gusta comer en el Hunan que hoy está recluido y que dice conocer los dineros entregados a políticos especialmente a Ricardo Anaya por la aprobación de la reforma energética.
También se conoce que hubo recursos para dirigentes y partidos políticos cuando se firmó el Pacto por México y que tampoco fueron reportados al órgano electoral que es el que fiscaliza los recursos para los partidos de manera institucional.
Este asunto debería hacer un escándalo político, debería cimbrar el sistema de partidos y también cimbrar las estructuras del gobierno porque no solamente involucra a los actores políticos, sino también es de todos conocidos que empresas y empresarios han contribuido a campañas políticas y les otorgan entre el 10 y el 30% para que se les adjudique obras e incluso se crean empresas fantasmas con domicilios fantasmas y se le otorgan contratos de miles de millones de pesos.
El sistema político desde el gobierno nacional, los gobiernos municipales y empresarios están coludidos y sin embargo todos se lavan las manos, ignoran o desvían la información y no hay denuncias y las pocas que habido no son resueltas por la Fiscalía General de la República, al contrario se les da largas, largas y largas y no hay hoy una limpia real de lo que esto implica para el erario público y para el enriquecimiento ilícito de políticos que incluso viven cómodamente en el exilio en España o en Israel.
La sociedad civil – la verdadera- y los ciudadanos deberíamos estar demandando a estos actores políticos, esos gobiernos municipales, estatales, nacional y a empresarios y deberíamos también solicitar a las autoridades de nuestro país, una investigación profunda sobre estos acontecimientos, pero sabemos muy claramente que cualquier denuncia no será investigada y cualquier delito y persona que lo haya cometido no será juzgado y por lo tanto dejamos hacer y dejamos pasar.
Tras estas revelaciones que insisto no son nuevas, deberían los actores políticos de verdad democratizarse, transparentar sus recursos, informar a dónde va cada dinero público, cerrar las fuentes de financiamiento privado e ilícito para las campañas y también deberíamos o deberían ellos implementar reglas de verdad que cumplan y que si algún gobierno municipal o gobierno estatal o el Gobierno federal otorga obras estás que sean verdaderamente justificadas e investigadas para que no haya lo que todos sabemos que hay, desvíos de recursos, beneficios a actores políticos, a funcionarios, presidentes municipales; limpiar la casa porque a pesar de que la promesa del Presidente era limpiar de arriba hacia abajo hoy está sucio desde arriba hasta abajo y de verdad antes de que demandemos que se vayan todos, esos todos deberían limpiar la casa o sino, hacerse a un lado y dejar que nuevos actores, con nuevas ideas de transparencia, rendición de cuentas y fiscalización real, ciudadanización nos dejen participar.
Ya basta, porque hoy más que nunca estamos claros que no hay un “rey del cash” sino que el cash es el rey de los actores políticos, de los beneficios empresariales, del desvío de recursos y de la entrega de recursos ilícitos a los partidos y sus actores.
Ya basta, utilicemos esta situación para demandar, para exigir, para reclamar porque es muy claro qué no importa el color que llegue todos están haciendo negocios.
Si existiera un verdadero compromiso con la democracia y sus valores, los partidos deberían comenzar a transparentar los recursos públicos, reportar abiertamente las contribuciones privadas e investigarlas.
El gobierno debería investigar las denuncias hasta hoy presentadas, cerrar todo negocio de sus funcionarios y cesarlos, así como los que se llevan a cabo en los gobiernos estatales y municipales.
Los ciudadanos debemos exigir honestidad y su renuncia sino abren sus partidos, investigan los desvíos, se corren a los funcionarios de todos los niveles antes de exigir que se vayan todos.