Por Martín Equihua
El Día Mundial de la Filosofía se conmemora el jueves próximo, bajo el tema de reflexión “El Humano del Futuro”, con el que se relanzarán, por así decir, los interrogantes éticos y epistemológicos sobre el ser humano que poblará las inciertas décadas por venir.
Para este año, y después de la pandemia que ha dejado un generalizado sentimiento de vulnerabilidad, la reflexión irá al encuentro de cierta corriente que cuestiona la centralidad del ser humano de cara a novedades en biotecnología, etología, astronomía y otras disciplinas, así como de la pervivencia de viejos sueños de inmortalidad que han pasado de la ciencia ficción a la investigación científica, ante lo que cabe preguntar si permanecerá el modelo de humanidad como se piensa ahora, o si, en verdad, “la singularidad está cerca”, como reza el título de un libro clave del movimiento posthumanista.
Se trata de la vigésima edición de la celebración, después de que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) iniciara con dicho festejo en 2002, y lo formalizara en 2005, dadas las diversas pretensiones cientificistas, religiosas y políticas que, cada cual por su lado, han querido jubilar y hasta expulsar a la filosofía de los sistemas educativos.
El propósito general de la Unesco, desde un principio, ha sido el que se revalore a la filosofía como base de los anhelos de paz mundial, democracia y derechos humanos; de justicia, igualdad, fraternidad y aspiraciones, en fin, para un mundo mejor.
El organismo multilateral se propuso sensibilizar a sociedades, gobiernos y sistemas educativos, sobre la importancia de la filosofía para enfocar, así, los temas más acuciantes de la humanidad en el mundo de hoy, haciendo hincapié en la enseñanza para las generaciones futuras, y evaluando el estado actual de esa enseñanza.
Cada año, como suele ocurrir con celebraciones similares, se elige un eje temático sobre el que pueda sincronizarse el accionar mundial por la filosofía. “El Humano del Futuro” se suma a otros ejes suculentos de ediciones pasadas, como la filosofía en tiempos de crisis, la filosofía ante la vida, las generaciones futuras, diálogo y poder, etc.
Las preguntas de la vida
El pensar filosófico se abre paso porque no hay campo que escape a su escrutinio, a esa manera de ser, de pensar, de escribir, de crear palabras… que se ocupa de las preocupaciones esenciales a las que se enfrenta todo ser humano –más temprano que tarde o tarde que temprano–, y que fluyen a borbotones ante acontecimientos como la pandemia, que no termina de salir: ¿por qué la muerte?, ¿por qué el tiempo?, ¿por qué el amor?, ¿por qué el poder?, ¿por qué la angustia?, ¿por qué el conocimiento?, y ¿por qué todos los porqués?
A fin de cuentas, la filosofía está hecha de preguntas, más que de respuestas; más que un conocimiento en sí mismo, la filosofía es amor al conocimiento. Es una mirada reposada que mira lejos en el horizonte, sin perder el presente; y sin la prisa de las pasiones políticas, por ejemplo, que más tardan en desbordarse que en recogerse.
La filosofía como forma refinada de la desparpajada e insaciable curiosidad de los niños que quieren comprenderlo todo: el lenguaje como instrumento para abordar su realidad; los porqués lanzados a la naturaleza circundante de los pájaros y el perro que ladra; a la realidad que trae la noche con estrellas y los días soleados; al descubrimiento de sus manos y sus pies, de los ojos de su madre o de sus incomprensibles prisas. La filosofía como ese pensar apasionado y racional, para indagar la existencia humana, sus angustias y sueños, sus límites, su potencial, su sentido o sinsentido, según se elija una u otra rendija para mirar el mundo.
La filosofía como alimento de la conciencia crítica que no teme comprometerse e indignarse ante la injusticia, más allá del confort de las redes sociales, en donde se reavivan viejos odios. La filosofía en cuyo seno conviven corrientes en eterno debate, sin que ninguna pueda reclamar para sí el monopolio de la verdad.
Deseamos que el programa de esta memorable fecha del tercer jueves de noviembre se haga presente en los espacios universitarios michoacanos, como el prestigiado Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UMSNH.
P.D. Sin duda que hoy sí, con la marcha de ayer, la oposición tiene algo para presumir. Lo explotará al máximo en los días por venir. Como quiera: es tiempo de mujeres.
Las opiniones emitidas por los colaboradores de Metapolítica son responsabilidad de quien las escribe y no representan una posición editorial de este medio.
