#ENTRELÍNEAS // Los Conejo y el ocaso del sol azteca

Por Héctor Tapia

Una gran parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Michoacán achaca lo que sucede en el partido, su ruptura, al exgobernador Silvano Aureoles Conejo y a su medio hermano, el senador Antonio García Conejo.

La razón es que el exgobernador se sigue comportando como patrón, queriéndose imponer al resto del partido con órdenes políticas y tratando como empleados a los demás liderazgos del partido en la entidad.

Esto ha generado una creciente inconformidad en el partido, porque no están de acuerdo en este trato por parte del exmandatario, aunado a esto que leen que Aureoles Conejo sólo busca o pretende “blindarse” y usar al partido para su propio fin e interés.

La ruptura más evidente en el PRD fue producto de la extinción de la fracción parlamentaria del partido en el Congreso del Estado, lo que fue interpretado como una salida desesperada del exgobernador por aglutinar en una sola representación parlamentaria a sus afines, integrando a las legisladoras de Encuentro Solidario, y a los ya naranjas para ese momento, Víctor Manríquez y Oscar Escobar, expanista, para hacerle contrapeso al gobernador Alfredo Ramírez y cubrirse las espaldas, protegiendo al auditor Miguel Ángel Aguirre Abellaneda.

Esta medida no fue consultada, ni mucho menos consensada, con la dirigencia estatal ni tampoco la nacional, donde también hubo eco negativo contra la medida.

Aureoles Conejo trae a cuestas una serie de señalamientos por presuntos actos de corrupción perpetrados en su gobierno, que costaron miles de millones de pesos en señalamientos por presuntos malos manejos.

Al traer una imagen sumamente desgastada, al igual que su medio hermano, esto ha orillado a su vez que muchos de los perredistas aún activos, fundamentalmente los que no obedecen a su expresión dentro de Foro Nuevo Sol, se muestren cada vez más renuentes en participar en sus eventos, o acompañarle en su ruta política.

Este “acaparamiento” de la familia Conejo del partido al momento ha provocado la renuncia de varios perfiles, uno de ellos, no menor, el de Antonio Soto Sánchez, exsenador y exdirigente estatal del partido, e incluso el exlegislador Rafel García Tinajero. Pero no serán los únicos, según se ha advertido. Varios están en la cuerda al observar que poco pueden hacer ya por el partido.

En este contexto llama la atención que el ala afín al fiscal Adrián López Solís, líder de una de las fracciones de Foro Nuevo Sol (FNS), ahora más identificada en algunos aspectos con la expresión Nueva Izquierda en el mismo PRD, donde está el mismo dirigente estatal Octavio Ocampo Córdova, no se esté pronunciando por lo que está sucediendo en el partido. 

La descomposición interna del PRD se ha acelerado en las últimas fechas, y hay una correlación entendible en función de la cercanía del siguiente proceso electoral, donde tiene enfrente varios frentes de lucha; el primero es la cerrazón y postura de la expresión afín al exgobernador, el segundo tiene que ver con que ante esta circunstancia y la evidente disminución el PAN y el PRI, sus aliados electorales, han puesto distancia con el partido del sol azteca en tanto avanza su crisis por la cual lo habrán de marginar aún más, y, tercero, el fortalecimiento o reposicionamiento de otras fuerzas políticas como Movimiento Ciudadano o el Verde Ecologista, que se han venido planteando como alternativas de participación a los ojos de todos estos perredistas que son excluidos o autoexiliados del partido con la mira de poder sumarse a otros proyectos donde adviertan que si tienen futuro.

Es decir, el sol se está poniendo. La noche al PRD le está llegando, será dura para este cada vez más disminuido partido, y quién sabe si muchos estén dispuestos a soportar este periodo para “esperar” el amanecer.

Héctor Tapia. Director General de Metapolítica.mx, reportero en Medios Radiofónicos de Michoacán, analista político en Canal 6 Media Group y titular del noticiario “A Las 2” del SMRTV.