#PUNTO DE INFLEXIÓN // La gobernabilidad en Michoacán

Por Jaime Márquez

Michoacán es un estado bronco que ha tenido problemas para adaptarse a los nuevos tiempos, así como para abandonar un esquema de efervescencia política y social, que lo etiquetó por mucho tiempo como territorio conflictivo.

Los nuevos tiempos y las nuevas circunstancias requieren flexibilidad, mesura y oficio de parte de gobierno con el propósito de mantener a las fuerzas políticas y sociales dentro de una estabilidad relativa, que haga posible la normalidad democrática.

Así en Michoacán, las fuerzas sociales con gran empuje están integradas por profesores, sindicatos, estudiantes, campesinos, transportistas, organizaciones indígenas, feministas, ambientalistas y grupos protectores de animales, que juntos y separados forman el gran ecosistema social en la entidad.

Ese conjunto de fuerzas sociales muy activas, están atentas al desempeño del gobierno; pero, también pendientes de sus propias demandas y su agenda particular.

De aquí se desprende que quien lleva las riendas de la estabilidad política y social en Michoacán, es clave y eje central de un gobierno que quiere avanzar hacia condiciones más favorables de desarrollo.

Por lo anterior, es claro que el secretario de gobierno es un interlocutor con todos. Con los poderes constitucionales como son el Congreso del Estado y el Poder Judicial, así como con los órganos autónomos, los partidos políticos, los gobiernos municipales y el gobierno federal.

Michoacán ha tenido secretarios de gobierno, de distintas formaciones y convicciones, pero siempre de toda la confianza del gobernador, como son los casos de Genovevo Figueroa, Ausencio Chávez, Armando Ballinas, Jesús Reyna, Antonio García Torres, Juan Benito Coquet, Leonel Godoy, Enrique Bautista, Fidel Calderón, Rafael Melgoza, Jaime Darío Oseguera, Jaime Esparza, Adrián López, Pascual Sigala,  Carlos Herrera y Armando Hurtado.

Hoy quien tiene la tarea de mantener la estabilidad política y la gobernabilidad en Michoacán, así como sostener, ampliar y profundizar la interlocución con los actores políticos y sociales es Carlos Torres Piña, quien se ha desdoblado por toda la entidad atendiendo la problemática; pero; también representando al gobernador en distintas encomiendas.

No es tarea sencilla ser secretario de gobierno, porque también; sin ser responsable directo, conoce del tema de seguridad y las acciones de las policías.

En ese trabajo de cuatro pistas, el institucional, el administrativo,  el de seguridad y el político, en días pasados Torres Piña se reunió con Adán  Augusto López, secretario de gobernación, en la capital del país, con el propósito de plantear los temas de la agenda de Michoacán, fortalecer la coordinación y preparar una gira a las comunidades con autogobierno, que son ejemplo a nivel nacional.

Con las facultades formales y atribuciones que tiene, Torres Piña ayuda al mandatario estatal a conducir nuestra entidad que busca abrirse paso hacia mejores condiciones de bienestar y de progreso, en donde la gobernabilidad y estabilidad son el primer paso.

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