Por Juan Adolfo Montiel Hernández
Nuestro sistema político incorporó mediante una reforma político-electoral en el año 2012 dos figuras, las candidaturas independientes y la reelección de cargos en el Poder Legislativo (Federal y en las Entidades Federativas) y también para los Ayuntamientos.
En este proceso electoral de 2024, la reelección se estará aplicando por primera vez en el cargo de las Senadurías, ya que las reglas establecen que podrán elegirse de forma consecutiva las y los legisladores por hasta ejercer el cargo por un total de 12 años. Por ello, en el caso de la Senaduría sería solo en una ocasión la reelección para sumar un total de 12 años.
La figura de la reelección se consideró importante en nuestro sistema como parte de un sistema de rendición de cuentas, de contacto con el electorado y en el que se daría la posibilidad a la persona de continuar o no en el cargo que ha venido ejerciendo.
En su momento se discutió si esto es un derecho de los servidores públicos o si era un mecanismo de postulación; a través de diferentes criterios la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estableció que es un mecanismo, es decir, toda aquella persona que quiera reelegirse deberá participar en el proceso interno de la fuerza política por la cual deberá de buscar la reelección.
Incluso, la Constitución establece que debe ser por el mismo partido político, salvo que exista una renuncia previa antes de la mitad del ejercicio del cargo y esto se genere con conocimiento del electorado, es decir, hacer el cambio de fuerza política para poder postularse nuevamente al mismo cargo.
En días recientes, se informó de un gran número de inscritos en el INE para reelegirse, 88 senadurías titulares y 467 en la Cámara de Diputados Federales con la intención de reelegirse, veamos para esta próxima elección como funciona esta figura de aquellos que desean postularse nuevamente para su cargo, dejando en manos del electorado la decisión final, si continua o se opta por otra opción política.