Por Héctor Tapia
Ya casi finaliza el primer mes del 2023, y estamos a 8 meses de que inicie formalmente el proceso electoral donde no sólo estará en juego la Presidencia de la República, sino también la renovación de ambas cámaras del Congreso de la Unión.
Por supuesto que en esta ruta las candidaturas que en los estados generan expectación tienen que ver con la renovación de la Cámara Alta, la de Senadores.
Esto porque, aunque en lo personal ya no creo que sea la antesala como mucho se consideró para obtener la candidatura al gobierno de Michoacán, porque ahora juegan otro tipo de factores a los que anteriormente jugaban, se sigue considerando una especie de escalón natural rumbo a la contienda por una gubernatura.
Sí, desde ya muchos ven esa posibilidad de competir por una posición en el Senado, y lo ven como un paso natural para contender en el proceso del 2026-2027, dado que una posición en la Cámara alta les garantiza tener juego político por seis años.
En esta ruta los nombres que se barajaban hasta hace unos meses eran pocos, por las posiciones que les ha tocado jugar para seguir con cierto nivel de vigencia política en el ánimo público, y tener en consecuencia la posibilidad de siquiera ser tomados en cuenta.
En esta ocasión nos referiremos a los perfiles por Morena. Que es el partido que en este momento sigue teniendo una alta expectativa sobre su desenvolvimiento, y definición de candidaturas, porque siguen fortalecidos como marca; pero de esta definición, que se dará en lo que resta del año, casi a finales, ya con el proceso electoral avanzado, dependerá a su vez la disciplina de estructuras. Es decir, de si aceptan o no los resultados de las encuestas que se realicen, y la disciplina para sumarse al perfil resultante.
Conforme avanza el tiempo hay dos nombres que han venido creciendo en su presencia, cuando menos en el círculo rojo; sus nombres suenan. Cada vez más, para las fórmulas a impulsarse.
En el caso de la fórmula de hombre el nombre “nuevo” que aparece, y que antes no lo hacía, es el del ex gobernador Lázaro Cárdenas Batel, quien podría buscar una posición en el Senado, esto de venir de la coordinación de asesores del presidente Andrés Manuel López Obrador; aunque en su caso particular, según se refiere, es con una mira más alta que el caso de la gubernatura de Michoacán, por segunda ocasión, después de hace 20 años.
No. Ahora su mira es el proceso electoral del 2030, pero particularmente por la candidatura a la Presidencia de la República; claro, con el apellido Cárdenas a cuestas, sería “natural” que lo buscara, más en la “fase de transformación” que ha emprendido el actual gobierno federal.
Quien también, con forme avanza el tiempo afianza su nombre como una posibilidad, pero ahora por la fórmula de mujeres, es Fabiola Alanís Sámano; ella ocupa actualmente la titularidad de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, y quien por cierto se ha visto cada vez más activa en Michoacán.
Cierto, no son los únicos nombres que están en la “gran baraja” de morenistas por las fórmulas al Senado de la República por Michoacán; pero son los perfiles que han venido creciendo en la “rumorología” de los pasillos del círculo rojo.
Se suman a nombres como los de Carlos Torres Piña, secretario de gobierno, o el diputado federal y ex gobernador Leonel Godoy Rangel; el secretario de gobierno con amplias posibilidades.
En el caso de las mujeres el nombre que venía “muy fuerte” hace cuando menos dos años era el de Itzé Camacho Zapiaín, alcaldesa de Lázaro Cárdenas. Y, aunque en este momento se ha visto mermada, o limitada, sigue estando en la lucha.
Vienen tiempos difíciles al interior de Morena. Tiempos difíciles en las pugnas internas. Pero nada que no se haya visto desde el proceso electoral del 2018, y posteriormente en el 2021. Y aunque han tenido buenos resultados electorales, relativamente, hay otros factores que podrían afectar el ánimo del electorado para el proceso del 2023-2024.