Gustavo R. Gallardo / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que no perseguirá a ningún expresidente, que las denuncias que presentó son “las autoridades autónomas las que tienen que resolver” y que el tribunal popular ya los juzgó, esto en el caso de Felipe Calderón, quien ha permanecido fuera de México desde antes del inicio del juicio de su exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, acusado de crimen organizado, despertando sospechas sobre su posible coparticipación.
En conferencia de prensa, el mandatario dijo que castigar a los exfuncionarios involucrados en delitos es asunto de las autoridades judiciales, y dijo que él planteó una consulta popular para que fuera la ciudadanía la que decidiera sobre si se les investigaba directamente, pero no prosperó. Lo mejor, dijo, es ver hacia adelante y promover la no repetición.
“Si va a haber castigo o no va a haber castigo, eso corresponde a las autoridades. Nosotros hemos presentado algunas denuncias porque también no podemos terminar como cómplices, que encubrimos, pero son las autoridades autónomas las que tienen que resolver”, explicó.
Y añadió: “Se habla mucho, pero aquí lo importante son los hechos, lo que cuentan son los hechos. Nosotros no perseguimos a nadie, repito: no es mi fuerte la venganza. También hay un tribunal popular y la gente está muy consciente del daño que ocasionaron quienes gobernaron durante el periodo neoliberal, ese también es un castigo, es una condena”.
El presidente fue cuestionado sobre que Felipe Calderón ha permanecido en España desde poco antes del juicio de García Luna, luego de recibir en 2022 una residencia en ese país como profesor de una fundación, con el apoyo del expresidente español José María Aznar.
Entonces, reiteró sus tres hipótesis sobre el caso García Luna y su relación con Felipe Calderón: la primera, que todos los cargos le fueron inventados al exfuncionario, por lo que es inocente; la segunda, que el exfuncionario sí aceptó sobornos del crimen organizado, pero el expresidente no lo sabía; y tercero, que los dos fueron cómplices.
“Ellos, a lo mejor, nunca pensaron que iba a haber un despertar ciudadano, una revolución de las consciencias, porque, la verdad, no son palabras, no es retórica, no es demagogia: antes los corruptos ni siquiera perdían su respetabilidad, se veía como algo normal, hasta había quienes les decías a sus hijos ‘estudia, para que cuando seas grande seas como don Fulano, un reverendo ladrón’”, dijo López Obrador.