Jaime Márquez
Morelia; Michoacán.- En la entidad han disminuido las manifestaciones 60 por ciento en lo que va este gobierno, y en algunos tipos de éstas la reducción va del 51 al 100 por ciento. Esto, gracias a dos acciones permanentes que tienen que ver con la atención directa a los grupos sociales y la determinación de no permitir bloqueos.
Antes, los problemas se añejaban por apatía, falta de voluntad y carencia de oficio político, situación que ha cambiado con Carlos Torres Piña, al frente de la Secretaría de Gobierno.
Estos resultados son parte de una política de no permitir presiones.
La respuesta a los problemas de movilización social ha dado respiro a la administración estatal, para que la misma pueda concentrarse en atender los temas de fondo como el pago de la nómina magisterial, la disciplina y estabilidad financiera, la construcción y reparación de carreteras, las obras multianuales, los programas sociales, de salud, y educativos, así como el respaldo a los gobiernos municipales y a los autogobiernos.
Puede decirse que la entidad se encuentra en una situación de relativa calma, si nos referimos a la movilidad de los actores sociales, que por años han vivido del amague, el chantaje, el bloqueo, la marcha y el plantón.
Como parte de las acciones para mantener la gobernabilidad en Michoacán, se sostiene un diálogo fluido y respetuoso con los Poderes Legislativo y Judicial, así como con los órganos autónomos, los representantes de los partidos políticos, los presidentes municipales y el gobierno federal.
Lo anterior, sin descuidar la atención a los actores sociales que van desde el magisterio, los sindicatos, los campesinos, los transportistas, las feministas, los estudiantes y las organizaciones indígenas.
