Por Jaime Márquez
Van tres meses de fuego en los bosques y faltan otros tres, los más duros por venir, dado que llegarán retrasadas las lluvias, de acuerdo con los reportes meteorológicos.
En la entidad suman 251 incendios que han afectado 4 mil 720 hectáreas, cantidad mayor a las registradas en 2023 y 2022. Es decir en tres meses se rebasó la cantidad de incendios en ambos años y nos faltan tres meses de lumbre.
En la entidad las presas están en menos de 50 por ciento de su capacidad y en varios estados se reportan lagos, lagunas y presas secas.
En el lago de Pátzcuaro extraen el agua para vendérsela a los aguacateros, por medio de pipas, pero ya se toman cartas en el asunto.
En Durango ganaderos se quejan de la falta de agua para sus animales y ya se prevé el alza en el precio de los alimentos de alimentos como en el caso del azúcar, a causa de la sequía.
También es previsible el racionamiento de agua para consumo humano en las ciudades, aunque se programe la perforación de más pozos como en Morelia. El tema es que cada vez hay menos agua en el subsuelo porque cada vez llueve menos.
Hay quienes hay señalado que los conflictos sociales serán por el agua y que los grupos delictivos como en el estado de México ya están metidos en ese negocio a través de la mafia de los piperos.
¿Qué sigue? Cuidar el agua y los bosques que son fábricas de agua, reforestar a gran escala y detener el cambio de uso del suelo, porque ya caminamos a pasos agigantados hacia la desertificación.
