Por Humberto Urquiza Martínez
Uno de los conceptos que más significativos en la vida política moderna de México, es la Democracia, la cual, tiene diversas acepciones, desde el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, hasta el modelo de gobierno donde las diversidades sociales y políticas pueden ser participes de las decisiones públicas.
En todas ellas, existe un elemento en común, la posibilidad de que toda la sociedad sea participe directo de las decisiones políticas importantes y por tanto, toda acción gubernamental, debe de ser para beneficio de la propia sociedad.
De esa forma, la legitimidad tanto del gobernante como de sus acciones, deben de estar apegadas a la voluntad de todos, o por lo menos, de las mayorías, pero con respeto de las minorías, lo que se convierte en el núcleo central de la democracia, sin embargo, deben de concurrir límites que, de no existir, podrían terminar con esa condición política de la sociedad, como lo es la Democracia.
Esas fronteras son de dos tipos, el primero, de carácter interno, que se encuentran dentro de la propia sociedad, y son valores que le permitan tomar decisiones en favor de la colectividad, como son: tolerancia, respeto, honestidad, entre otros, lo que significa una sociedad integrada por demócratas.
El segundo de los límites, son los de carácter externo, que se convierten en valores democráticos, ejemplo de ello, la República, el federalismo, división de poderes, entre otros, asi también, principios democráticos, traducidos en derechos políticos como derechos humanos. Esos valores y principios se encuentran establecidos en la Constitución, la que, dentro de una sociedad democrática, hace el papel de regulador de lo permitido y aceptado colectivamente, principalmente, en el campo político y jurídico.
Es así, que en el caso de la reforma para la ampliación del tiempo de duración del gobernador en Baja California, evidentemente que son de esos casos en los que la democracia debe de activar sus límites, a pesar de ser una decisión de la mayoría de los integrantes de los órganos encargados de la reforma constitucional (en donde el limite interno no se manifestó, ya que los legisladores del Congreso local e integrantes de los Ayuntamientos, en ningún manifestaron una conciencia democrática que les evitará votar a favor de la reforma), por lo que, los límites externos a la propia democracia, seguramente, se activarán, ante el máximo órgano de control constitucional en el país, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que, a través de una Acción de Inconstitucionalidad, podrán hacer valer los valores (estado de derecho, cumplimiento de una sentencia que se emitió por parte de la Sala Superior previo a la elección, entre otros) así como de principios (derechos fundamentales en materia político electoral), que evitará que las postura de algunos de los gobernantes en aquella entidad, se imponga por encima de la constitución y de la propia democracia.
