Héctor Tapia
El Tributo a David Bowie, poco a poco, y desde el escenario, entre las luces y el frío, se convirtió en un tributo a Humanas Sin Violencia.
Pero también fue un autoregalo de Javier Mora para si, al provocar el encuentro no sólo con los amantes del rock, sino con una banda roquera solidaria con las causas que además son sus amigos.
El viernes pasado, la Hacienda Camelinas, antes Lienzo Charro, de la capital del estado, desde temprano fue congregando no sólo a roqueros, familias enteras, sino también a actores solidarios con la causa de Humanas Sin Violencia en la lucha que han sostenido, en la defensa de las mujeres.
Ahí estaban Circe López y Fabiola Lara, hasta al frente, desde sus asientos, esperando el tributo a Bowie, que encabezó Alfonso André, y otros músicos.
Las pasiones
“Porqué tres días después la crónica”, me plantee y respondí casi de inmediato: no pueden pasar desparecidos dos aspectos, el papel de la asociación Humanas Sin Violencia, pero tampoco el esfuerzo que hizo Javier Mora, joven político michoacano, no sólo por impulsar una de sus pasiones que es el Rock, sino también por acompañar al esfuerzo que protagoniza Circe López.
Ya había charlado en lo corto con Javier Mora desde hace tiempo, so pretexto del financiamiento que hizo al rodaje de una película, que desgraciadamente no alcanzó a ver la luz por algunas fallas técnicas.
Desde entonces me había planteado dentro de sus pasiones: el cine, los animales y el rock; cada uno de estos aspectos los he corroborado en diferentes etapas. El primero con el financiamiento que hizo al rodaje de “Frida y La noche”, que llegó hasta la Costa Michoacana; el segundo con algunas actividades que ha realizado en la protección de animales sin hogar; pero hasta este fin de semana pasado pudo concretar el impulso a otra de ellas, el rock.
Ya nos habíamos topado en algún bar escuchando rock, y gritando de cuando en cuando algunas de las rolas que tocaba la banda protagonista.
Opening
Dos momentos sirvieron de antesala para la presentación de Alfonso André y banda, para el Tributo a David Bowie, la presentación de un Dj para ir calentando motores desde el escenario y dar la batuta a la banda de Rock JAM que se encargó de abrir.
Fue aquí, entre las rolas que se fueron presentando en que surgió una que brilló con luz propia, se llama “Pasión y Frío”, rola roquera escrita por Javier Mora, donde en una de sus líneas dejó clara su postura, enmarcada en sus pasiones, remarcaba que “No puedo dejar de ser yo”; gritó con evidente gusto el autoregalo de verse ahí, cantando, a días de su cumpleaños.
Javier Mora la cantó y coreó desde el escenario junto con JAM, que encendió aún más el ánimo de los asistentes.
Bowie y el tributo
Abajo, las integrantes de Humanas Sin Violencia sonreían; fue evidente el gusto de Circe López por la música de Bowie. Con sus moderaciones, por unas horas fue casi una groupie. Se paró frente al escenario desde donde bailó y coreó cada una de las canciones.
En todas ellas, ya del tributo protagonizado por la voz de Alfonso André, retornaba a la emoción original, sumada quizá entre los recuerdos del momento de apogeo de Bowie y de saber que ese tributo era en beneficio de la organización que preside.
Al concierto llegaron también desde ex diputados, diputados, representantes electorales de varios partidos, magistrados y consejeros electorales; entre todos ellos conocidos, y que entre canción y canción se acercaban y charlaban, quizá sobre Rock, quizá sobre política. Pero en ningún momento se dejó de disfrutar, fuera de instituciones y posiciones institucionales, un tributo más que merecido.
Entre piezas como “Ashes to ashes” o “Starman”, la banda liderada por Alfonso André enfatizó el respaldo a la lucha contra la violencia de género, se pronunciaron en incontables ocasiones por erradicar la violencia en contra de las mujeres que han alcanzado cifras escandalosas en feminicidios.
En cada pronunciamiento, el rostro de Circe López pronunciaba gratitud, se dijo conmovida. Un tributo que aportó un granito de arena para favorecer en esta lucha.
