Héctor Tapia
Del “cochinero” que protagonizaron los diputados locales por la pugna por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) podría alcanzar en sus efectos al diputado federal Carlos Torres Piña, quien estaría frente al cisma que le dejaría sin posibilidad de ser postulado por Morena para algún cargo de elección popular, si es que tenía alguna.
Para ello bastaron cuatro días para que la relación que venía construyendo se rompiera a partir de la postura asumida por los diputados locales identificados con su liderazgo, y con la extinta expresión de Alternativa Democrática Nacional (ADN) en Michoacán.
Las razones, Erik Juárez Blanquet y Miriam Tinoco, más el primero, se fueron con todo contra Antonio Madriz Estrada, diputado morenista que preside actualmente al Congreso del Estado.
Juárez Blanquet no sólo empujó físicamente, a manera de agresión, a Madriz Estrada, el domingo pasado cuando subió de tono la discusión tras una fraudulenta votación que dejó embarazada una urna, sino que por si fuera poco, este miércoles le llamó ignorante y novato.
Estos dos legisladores se identifican y son liderados por Carlos Torres Piña, o cuando menos así se ha vendido la idea; por eso llamó la atención la postura que asumieron desde el domingo pasado donde fueron con todo para “reventar” la votación para definir al titular de la CEDH, que en radio pasillo se sabía que era una posición que le correspondía a Morena, en este juego de reparto de posiciones que tienen las fracciones parlamentarias en función de su peso.
Y contrario a lo que se habría pensado, los adeneístas se fueron con todo contra Morena y también la propuesta que respaldaron, Elvia Higuera Pérez.
Por tanto genera suspicacias esta liga, y se genera la duda también de si Carlos Torres Piña orquestó la postura de “sus diputados”, o si estos ya rompieron con el legislador federal que forma parte de la bancada de Morena en San Lázaro.
Si fue una orden o tenía conocimiento Torres Piña de este golpe a Morena, será un mensaje para el partido de Andrés Manuel, si es así, ¿qué les quiso decir?. Y si ya no tiene injerencia sobre estos, ¿lo dirá?, ¿se deslindará?. Cualquiera de las dos opciones le generará un costo político.
Lo cierto es que no queda muy bien parado frente a un partido que dice defender y al cual busca adherirse, incluso que ha aparecido en encuestas para ser postulado a gobernador.
