Héctor Tapia
Conforme pasan los días, y las semanas, la situación al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se ponen tensas, más ante lo que algunos advierten como una intención clara del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido por perpetrar el “dedazo”.
La intención, advierten algunos al interior del partido, es la de apoderarse del Consejo Estatal, y con ello, estar en posición no sólo de tener injerencia en la definición de la próxima dirigencia estatal sino también de tener injerencia en la definición de candidaturas para el proceso electoral que comienza este año.
La situación se vuelve tensa porque está en vías de resolución la impugnación al proceso de definición o de elección del Consejo Estatal que debió desahogarse a mediados de diciembre pasado, y que se detuvo por varias razones.
Sólo una planilla acudió a presentar su documentación para registrarse como aspirantes a integrar el Consejo Político Estatal, que no se renueva desde noviembre del 2017; esta la conforman actores priístas afines al dirigente Víctor Silva Tejeda y al ex gobernador interino Jesús Reyna García, a partir de una alianza que conformaron.
En tanto que los diputados locales Eduardo Orihuela y Marco Polo Aguirre intentaron convocar a la conformación de una segunda planilla, pero no encontraron el eco al llamado, y no alcanzaron por tanto a registrarse.
Hay dos momentos que son cruciales y sugieren cuando menos la interpretación de la intención de tener injerencia como se señala en el análisis; una, el CEN no emitió los documentos que acreditaban la militancia de los priistas que acudieron a presentarse en los términos de la convocatoria; y, dos, la Comisión Estatal de Procesos Internos, negó el registro a dicha planilla.
Ante esta negativa, la planilla afín a Silva Tejeda y a Reyna García acudió ante la Comisión Nacional de Justicia Partidaria, como primer paso para asentar lo que argumentan es una violación a su derecho, proceso del cual se espera todavía un resolutivo. Por lo que se podría prorrogar aún más la renovación del Consejo Político estatal.
Cabe apuntar que al Consejo Estatal lo conforman 564 consejeros; algunos son por lo que se llama ministerio estatutario, donde están contemplados ex gobernadores, ex presidentes del Comité Directivo Estatal del partido, presidentes municipales, diputados locales, también de cada sector y organización afín al PRI; un 50% de los consejeros son los que se renuevan por planilla sujeta a elección, que se debieron postular en los términos de la convocatoria que está impugnada.
Por los tiempos que tardan estos procesos de impugnación, y el desahogo de los mismos, se prevé que haya una solución al proceso de renovación del Consejo Político Estatal a finales de este mes o el próximo.
De acuerdo a los tiempos que vive el mismo partido en Michoacán, de no desahogarse pronto este aspecto pendiente, se empataría con la renovación de la dirigencia estatal del PRI, por lo que se genera expectativa también de si Silva Tejeda dejará la dirigencia sin haberse renovado el Consejo Estatal, o si permanecerá al frente en tanto se “arregla” lo relativo al órgano de decisión política que incidirá de manera directa e inmediata en el proceso electoral.
