Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Una “pesadilla logística”. Así llamó el director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge,el proceso de reparto masivo de dosis contra el coronavirus en el mundo.
Un desafío sobre el que también ha alertado el mismísimo director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Son verosímiles las dudas de los expertos mundiales?
Sí lo son.
La empresa DHL, la mayor especialista mundial en entrega de paquetería, analizó la situación en colaboración con McKinsey & Company. Y estimó que el traslado de 10 mil millones de dosis a nivel mundial para asegurar la cobertura global en los próximos dos años implicaría transportar 15 millones de cajas refrigeradas.
“En el futuro, el próximo gran desafío a nivel global será probablemente la logística de las vacunas”, dice el informe.
Y agrega:
“Los requisitos logísticos exactos para el transporte y el almacenamiento difieren entre las distintas vacunas y/o las plataformas tecnológicas, así como entre los diferentes niveles de la cadena de suministro. Sin embargo, es importante planificar de antemano y comprender en detalle los posibles requisitos de temperatura y sus implicaciones para la logística”.
Los análisis para dar con el remedio definitivo avanzan. Y mientras eso sucede, es un hecho que el próximo gran desafío a nivel global será lograr distribuirla a toda la población del planeta.
Esto es: unos 200 mil desplazamientos de contenedores, y unos 15 mil vuelos.
Y DHL alerta también que se trata de un producto mucho más valioso y perecedero: las dosis serían sensibles a las condiciones ambientales. Y la solución implicaría medidas adicionales como refrigeración a temperaturas de hasta -80°C.
“En un escenario restrictivo, por precaución los productores de determinadas vacunas y sus proveedores logísticos pueden decidir cumplir unos requisitos extremos en materia de temperatura (que pueden llegar a los -80 °C) para asegurar que la eficacia de las vacunas se preserve durante el almacenamiento y el transporte”, indica.
Las dosis serían sensibles a las condiciones ambientales. Y la solución implicaría medidas adicionales como refrigeración a temperaturas de hasta -80°C.
Y advierte:
“En cualquiera de estos escenarios, las cadenas de suministro de la vacuna del COVID-19 también variarán en función de la plataforma de la tecnología empleada y de la propia vacuna concreta”.
También, entre otros puntos, el informe de 28 páginas establece requisitos como “Acceso a una red global de transporte a escala”, “Conocimientos y contactos locales” (llevar los suministros médicos hasta un puerto nacional es solo la mitad de la tarea…), “Transparencia y conocimientos basados en datos” y “Resiliencia y experiencia en la gestión de crisis”.
MÉXICO, EN RIESGO
El estudio de DHL no da buenas perspectivas a México.
“La producción farmacéutica se lleva a cabo principalmente en países con una infraestructura logística moderna e intacta, pero la distribución no puede limitarse a esas regiones. Como los requisitos de temperatura serán probablemente el principal obstáculo, las regiones con un clima especialmente cálido y aquellas con una infraestructura logística de cadena de frío limitada supondrán el mayor reto en un escenario de distribución restrictiva de la vacuna”, dice.
Y agrega que “las capacidades logísticas nacionales deberán tenerse en cuenta al abordar globalmente la distribución local de vacunas. Especialmente en escenarios logísticos restrictivos que requieran hielo seco para la refrigeración, es posible que se produzcan cuellos de botella en destino al haber una producción centralizada de hielo seco, sobre todo si hay que reabastecer cada 3-5 días”.
Como los requisitos de temperatura serán probablemente el principal obstáculo, las regiones con un clima especialmente cálido y aquellas con una infraestructura logística de cadena de frío limitada supondrán el mayor reto en un escenario de distribución restrictiva de la vacuna.
Un mapa es más claro respecto de la situación mexicana.
Para resolver el desafío, el informe plantea “alianzas entre gobiernos” y “cooperaciones público-privadas, que resultaron ser esenciales a la hora de abordar la escasez de suministros médicos a principios de año”.
Y señala la ventaja de los gobiernos asociarse que se han asociado con un proveedor logístico a lo largo de toda la cadena, que tenga acceso a una red global de transporte a escala, con infraestructura para transporte intercontinental; y a la vez con conocimientos y contactos a nivelo local, idealmente con certificación en transporte de productos del sector salud y con la capacidad de hacer controles de calidad a los productos en diversas fases.
Un nuevo –y trascendental– desafío se viene para México.