Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Histórico.
Así calificaron miles de chilenos el plebiscito que este domingo dio inicio aun proceso que concluirá en la elaboración de una nueva Constitución.
Y también sorprendente.
Pese a que las proyecciones coincidían en una relación cercana al 65-35%, la opción Apruebo (elaborar una nueva Constitución) arrasó con más del 78% de los votos.
Una cifra que impactó incluso a los partidos que promovían la opción.
Lo cierto es que los chilenos —tras dos gobiernos de la misma derecha que en su momento tuvo una destacada participación en la dictadura, justificó crímenes y saqueos y en el último año avaló la violencia desatada por el propio gobierno de Sebastián Piñera— no quieren saber nada del legado de Pinochet.
La Constitución vigente fue votada y promulgada en 1980, en medio de comprobadas irregularidades. Básicamente establecía amplias ventajas para los empresarios nacionales y extranjeros, y convertía en neoliberal a un país cuyas cifras macroeconómicas lo sitúan por sobre el resto de América Latina, pero muy lejos de los países realmente ricos.
Como referencia, este día el diario La Tercera reportó que la mitad de los trabajadores chilenos gana hasta el equivalente a 10 mil 747 pesos mexicanos, una cifra mínima en uno de los tres países más caros de América Latina.
El resultado:
aún hoy los chilenos deben pagar por tener buena salud, buena educación, derecho al agua (Chile es el único país del mundo que privatizó el control del agua) y sufrir un sistema jubilatorio en la práctica denigrante, entre muchos otros factores.
En cuanto a la jornada electoral, la tan temida violencia que preocupaba a varios partidos políticos y era vaticinada por los sectores más conservadores como un elemento que podría amenazar el desarrollo del proceso eleccionario, no fue tal y estuvo aislada. Las imágenes de largas filas fuera de los centros de votación otorgaron los primeros atisbos de tranquilidad. Distintos sectores ya proyectaban una participación que superaría los ocho millones de personas, como finalmente ocurrió.
Pasadas las 21.20, los primeros cómputos oficiales del Servicio Electoral daban cuenta de las primeras cifras: 77% para el Apruebo, 23% para el Rechazo.
Una diferencia que se consolidaría más tarde.
Según medios internacionales como la BBC, “tildar de histórico lo ocurrido este domingo en Chile no es un cliché: es la primera vez en la historia del país en que la Constitución será redactada por una asamblea completamente elegida”.
También destaca una novedad: la integración completamente paritaria de la Convención que la elaborará, algo inédito en el mundo.
Por lo pronto, desde ahora iniciará el proceso para elegir a los constituyentes. Queda pendiente la inclusión adecuada del mundo indígena, algo a lo cual la misma derecha que llamó a conservar la carta magna pinochetista busca evitar a toda costa.
Lo cierto es que, aún con los pendientes, los chilenos ya comienzan a enterrar la Constitución de Pinochet.
