Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Asumió el 20 de enero del 2017 en medio de la polémica que levantó la derrota de su rival Hillary Clinton, hasta entonces casi segura vencedora en la contienda electoral. Y desde el inicio se hizo notar.
Donald Trump había forjado su carrera como empresario, alejado de los temas políticos. Su ambiente natural: el mundo televisivo, la farándula y los flashes. Ha sido señalado como uno de los Presidentes más divisivos de Estados Unidos, con un discurso abiertamente beligerante y racista —y para muchos ignorante—. Su aprobación y desaprobación ha fluctuado: entre un 50-55% la primera, cerca de los 39-45% la segunda.
Pasados ya casi cuatro años como Presidente, es posible hacer un balance de lo que ha sido su gestión.
MIGRACIÓN
En 2016 Trump hizo campaña prometiendo reducir la inmigración ilegal y se comprometió a adoptar un enfoque de línea dura. Cumplió. La “tolerancia cero” de su administración sobre los cruces fronterizos ilegales provocó la separación de al menos 5 mil 500 familias y generó una de las imágenes de la década: niños encerrados en jaulas.
Las consecuencias fueron concretas. Entre 2016 y 2019 la inmigración neta anual a Estados Unidos se redujo casi a la mitad.
Pero no solo enfrentó a México. Trump también puso fin al “estatus de protección temporal” para 400 mil personas de El Salvador, Haití, Sudán y otros lugares que han vivido y trabajado legalmente en Estados Unidos durante décadas después de haber recibido un refugio por guerra o desastre natural.
Y también intentó, sin éxito, cancelar el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), que se encarga de proteger a todos los jóvenes que ingresaron de manera ilegal siendo menores al país.
“La Casa Blanca ha atacado prácticamente todos los aspectos de la inmigración, legales e ilegales”, escribió The New York Times en un editorial a principios de mes.
EL MURO
La gran promesa de un muro fronterizo con México, con el objetivo de no dejar ingresar al país a inmigrantes indocumentados, no se cumplió. Trump prometió construir 800 kilómetros para fines de este año, pero la cifra está lejos.
En febrero de 2019 Trump no logró persuadir al Congreso de que asignara los fondos que deseaba para el muro, por lo que declaró una emergencia nacional y ordenó al Departamento de Defensa que reprogramara los fondos para la construcción.
DESERCIONES DE SU GOBIERNO
Una de las características más marcadas de la administración de Trump ha sido el alto número de deserciones que ha tenido su gobierno desde 2017. Al 25 de mayo de 2020 han salido por distintas razones 415 personas. Un récord.
Entre los nombres más reconocidos de funcionarios que se alejaron o fueron despedidos están Michael Flynn, como asesor de Seguridad Nacional; Steve Bannon como estratega jefe; Hope Hicks como directora de comunicaciones de la Casa Blanca; Rex Tillerson como secretario de Estado; Jeff Sessions como fiscal general; Nikki Haley como embajadora de la ONU; Jim Mattis como secretario de Defensa; John Bolton como asesor de Seguridad Nacional, y más recientemente Kellyanne Conway como consejera principal del presidente. Y hay más.
COVID-19
“El manejo de Trump de la pandemia de Covid-19 probablemente se considerará uno de los mayores desastres en la historia de Estados Unidos”, señala la revista Business Insider.
Estados Unidos tiene 9 millones de casos confirmados y casi 235 mil muertes reportadas, la peor cifra para un país en el mundo. Trump ha evadido: primero minimizó la letalidad de la pandemia, contradijo a los expertos e ignoró las recomendaciones. Más tarde é mismo se contagio, pero siguió optando por mostrarse sin mascarilla.
IMPEACHEMENT
El 18 de diciembre del 2019 la Cámara de Representantes votó para acusar a Trump por abuso de poder y de obstrucción al Congreso, convirtiéndolo en el tercer presidente del país en ser acusado.
La razón: los demócratas lo acusaron de retener US$391 millones en ayuda a Ucrania para presionar y forzar que el país europeo investigara a su actual rival, el demócrata Joe Biden y a su hijo. Trump se salvó. El Senado votó en mayoría para absolverlo de las acusaciones.
“La izquierda radical en el Congreso está consumida por la envidia, el odio y la ira, ya ven lo que está sucediendo. Estas personas están locas”, dijo entonces Trump.
ECONOMÍA
Incluso, antes de que ocurriera la pandemia, la manufactura, la inversión empresarial y el crecimiento se estaban desacelerando.
Hoy Estados Unidos enfrenta una de las peores crisis económicas de su historia, vinculada a su desastrosa respuesta a la pandemia de Covid-19. La recesión pandémica provocó la pérdida de más de 22 millones de puestos de trabajo y millones de recortes salariales. La deuda nacional, reveló The Washington Post, está en los niveles más altos desde la Segunda Guerra Mundial.
Antes de la pandemia, Trump logró un crecimiento promedio anual del 2.5%. Los últimos tres años de la administración Obama vieron un nivel similar de crecimiento (2,3%). Pero en el segundo trimestre de 2020, que representa abril, mayo y junio, la economía se contrajo más del 30%.
Los salarios reales crecieron durante los primeros tres años de Trump en el cargo, continuando una tendencia ascendente. Por otro lado, la tasa de desempleo cayó del 4,7% poco después de la elección de Trump al 3,5% para fines de 2019, por debajo de las expectativas de la Reserva Federal de alrededor del 4,5%. Eso fue impulsado en parte por los recortes de impuestos sobre la renta corporativos e individuales de Trump.
POLITICA EXTERIOR
Sobre este punto no parece haber dos voces: hasta analistas republicanos conceden que, dicho de forma amable, el conocimiento de la geopolítica mundial no es uno de los fuertes del presidente.
“La llegada de Trump a la Casa Blanca asombró. Los aliados nerviosos se preguntaban si Trump abandonaría la OTAN, iniciaría una guerra con Corea del Norte o demolería el sistema comercial internacional”, escribió Foreign Policy hace unas semanas.
Y Trump, en efecto, sí tomó una serie de polémicas decisiones en materia de política exterior en estos cuatro años.
En mayo de 2018 retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán de 2015. Los principales aliados de Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido, se opusieron firmemente a esta medida.
También ordenó retirar las tropas estadounidenses del norte de Siria, una de sus acciones más desastrosas en política exterior de acuerdo con varios analistas. En la práctica Trump abandonó a las fuerzas kurdas aliadas de Estados Unidos. Luego la decisión de Trump de trasladar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén generó advertencias sobre levantamientos en la región y un conflicto con los palestinos.
Este año la administración Trump también se atribuyó el mérito de normalizar las relaciones entre Israel y dos de los aliados más cercanos de Washington en Medio Oriente, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein. El anuncio generó escozor en una zona siempre inestable.
Y en cuanto a China, la guerra comercial inició en 2018 luego que Trump anunciara la intención de imponer aranceles de US$ 50 mil millones a productos chinos. En represalia, China impuso aranceles a más de 128 productos estadounidenses.
También, Trump retiró a EE.UU. del Acuerdo de París contra el cambio climático.
Con información de diario La Tercera