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En el Ejército crece el enojo con AMLO por culparlos de Ayotzinapa

La gira en Nueva York demostró que Andrés Manuel López Obrador efectivamente vive su momentum, acaparando por estos días toda la atención política entre los presidenciables de México. Su gira, a comparación de los viajes de Mancera o Margarita, convocaron a un buen número de paisanos, además de la amplia cobertura de medios locales y extranjeros.
También dejó un incidente con daños colaterales todavía no medidos: la irrupción del padre de un padre de Ayotzinapa, que lo acusó de complicidad con José Luis Abarca y Ángel Aguirre. La respuesta de AMLO fue suspender el mitin para evitar la “provocación”.
Pero ya subido a su auto, despidiéndose de sus seguidores, soltó una frase ante el familiar que lo seguía insistente, que no pasó desapercibida: “Tienes que reclamarle al Ejército“.
López Obrador se salió así del libreto de su actual campaña: no disparar de frente contra ninguna corporación de poder que no sea la cúpula de la “mafia del poder”, integrada por Peña Nieto, Salinas, Calderón y Fox.
Hay que recordar que AMLO ya no dispara, por ejemplo, contra los medios de comunicación. Más bien lo contrario: a través de Esteban Moctezuma, presidente de la Fundación Azteca y ex funcionario de Ernesto Zedillo, cerró una alianza con el Grupo Salinas. Televisa intenta también un acercamiento.
Lo mismo ocurre con los empresarios. Salvo algunos grandes apuntados, como Claudio X. González, muy vinculados a los últimos gobiernos, López Obrador decidió iniciar un diálogo más directo en esta campaña, a través de Alfonso “Poncho” Romo, su enlace con el mundo de los negocios.
Incluso se reveló semanas atrás que el líder de Morena, aún sin un asesor en seguridad, ya se estaba reuniendo con generales del Ejército, para conocer sus preocupaciones y análisis de las problemáticas que tienen en el combate al narco. Encuentros que molestaron a Peña Nieto.
Los gestos de López Obrador hacia este sector también eran de cordialidad. Su coordinadora en San Lázaro le dijo a Miguel Ángel Osorio Chong dijeron que no se opondrían a la ley de Seguridad, siempre que se consulte a los gobernadores y se pongan candados al primer proyecto de César Camacho para asegurar los derechos humanos. Una nueva dosis de pragmatismo de Morena.
Ahora, las palabras de AMLO cayeron como un balde de agua fría entre los generales, en un tema muy delicado que ya causó incluso tensiones con Los Pinos.
Hay que recordar que el caso Ayotzinapa fue justamente la gota que rebalsó el vaso para las Fuerzas Armadas, que sienten que el Poder Ejecutivo los saca a las calles para resolver un problema que sus policías no pueden combatir, y luego la clase política no los protege de las acusaciones que surgen alrededor de este combate.
El primero en querer aprovechar este traspié fue Enrique Ochoa, el presidente del PRI. Enterado de este malestar en el Ejército, esta mañana desde Twitter ya exigió que el líder de Morena pida disculpas públicas. No es casual: el ex director de CFE es la última carta de Peña Nieto para poner a un hombre del “Grupo Hacienda” en la carrera de la sucesión.

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