En medio de la lucha intestina que vive el PRD nacional, derivado de la decisión de varios senadores y otros militantes de sumarse al apoyo a AMLO, este lunes la cadena de noticias radicada en Miami, Univsión, informó que Alejandra Barrales, presidente del PRD se compró un departamento de un millón de dólares en Miami, pero no se acordó de declararlo en su 3de3.
El departamento de Barrales en Florida tiene dos cuartos y tres baños. Está ubicado en un lujoso edificio al norte de Miami, con vista al mar y embarcadero propio. Según informa Univisión Investiga, la política compró en 2015 esta lujosa propiedad de 990 mil dólares. Para cerrar la operación, pagó un anticipo de 693 mil dólares en siete meses. El resto del valor fue abonado gracias a un crédito de 297 mil dólares con el Eastern National Bank.
En primer lugar, se trata de montos bastante elevados para una dirigente que -según declaró- no tiene otros ingresos empresariales. Es decir que sólo percibe su sueldo a través de sus cargos políticos.
El enganche de casi 700 mil dólares se pagó durante el 2015, un año en el que Barrales aseguró haber tenido ingresos por una pensión alimenticia, por su entonces cargo como senadora y por la venta de una casa. Per según la investigación del periodista mexicano Julio Roa, de Univisión, el enganche superó en 332 mil dólares el total de todos estos ingresos de la política en ese año. Los números no parecen cerrar por ningún lado.
Pero además, Barrales se “olvidó” de incluir a ese departamento en su declaración 3de3. Al menos hasta que Univisión la contactó para pedirle una opinión al respecto. Entonces, la política envió una carta de rectificación al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) -que organizó el 3de3- para aclarar su “error”.
“En días recientes se ha hecho de mi conocimiento que existe una inexactitud acerca de la información”, escribió en su carta al IMCO. Barrales se había enterado que tenía un departamento de un millón de dólares gracias a un medio de comunicación.
“El recurso con el que se dio el enganche fueron varios eventos, varios pagos. Todos salen de mi cuenta de ahorros, de mi cuenta personal”, dijo en entrevista con Univision Investiga. Y agregó: “No necesariamente forma parte de mi patrimonio porque estaba en una compañía donde había varios socios”.
En rigor, el lujoso departamento figura a nombre de la empresa Maxba Development Inc., una empresa fantasma creada en Miami una semana antes de la compra del inmueble, de la que Barrales funge como presidenta y única accionista. Maxba a su vez es propiedad de Albama Transportes, otra compañía creada en México, de la cual Barrales ostenta el 99% de las acciones.
Cuando los periodistas le dijeron que siendo propietaria exclusiva de ambas empresa, era difícil argumentar que esa propiedad no le pertenece. “A partir de que fui mamá, tengo que buscar la manera de generar un patrimonio para mi hija”, se defendió entonces la presidenta del PRD.
En primer lugar, se trata de montos bastante elevados para una dirigente que -según declaró- no tiene otros ingresos empresariales. Es decir que sólo percibe su sueldo a través de sus cargos políticos.
El enganche de casi 700 mil dólares se pagó durante el 2015, un año en el que Barrales aseguró haber tenido ingresos por una pensión alimenticia, por su entonces cargo como senadora y por la venta de una casa. Per según la investigación del periodista mexicano Julio Roa, de Univisión, el enganche superó en 332 mil dólares el total de todos estos ingresos de la política en ese año. Los números no parecen cerrar por ningún lado.
Pero además, Barrales se “olvidó” de incluir a ese departamento en su declaración 3de3. Al menos hasta que Univisión la contactó para pedirle una opinión al respecto. Entonces, la política envió una carta de rectificación al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) -que organizó el 3de3- para aclarar su “error”.
“En días recientes se ha hecho de mi conocimiento que existe una inexactitud acerca de la información”, escribió en su carta al IMCO. Barrales se había enterado que tenía un departamento de un millón de dólares gracias a un medio de comunicación.
“El recurso con el que se dio el enganche fueron varios eventos, varios pagos. Todos salen de mi cuenta de ahorros, de mi cuenta personal”, dijo en entrevista con Univision Investiga. Y agregó: “No necesariamente forma parte de mi patrimonio porque estaba en una compañía donde había varios socios”.
En rigor, el lujoso departamento figura a nombre de la empresa Maxba Development Inc., una empresa fantasma creada en Miami una semana antes de la compra del inmueble, de la que Barrales funge como presidenta y única accionista. Maxba a su vez es propiedad de Albama Transportes, otra compañía creada en México, de la cual Barrales ostenta el 99% de las acciones.
Cuando los periodistas le dijeron que siendo propietaria exclusiva de ambas empresa, era difícil argumentar que esa propiedad no le pertenece. “A partir de que fui mamá, tengo que buscar la manera de generar un patrimonio para mi hija”, se defendió entonces la presidenta del PRD.