Metapolítica
Morelia, Michoacán.- La alegría duró poco. Esta semana Chile regresó al más estricto de los cuatro niveles de confinamiento en la Región Metropolitana de Santiago.
Las autoridades nuevamente decretaron una “cuarentena” colectiva, es decir, el mandato de que solo quienes trabajan en profesiones de servicios de primera necesidad pueden salir de casa.
En tanto, pasear o hacer deporte solo está permitido en horas de la mañana con personas del mismo hogar. Y las compras de artículos de uso diario se permiten dos veces por semana, durante dos horas.
Este día el presidente de Chile, Sebastián Piñera, hizo un llamado a la gente para que siguiera las reglas y prometió que el nuevo confinamiento podría relajarse en apenas dos semanas.
Pero muchos analistas y médicos están confundidos. Desde mediados de abril Chile ha estado luchando con tasas de infección tan altas como no sucedía desde junio de 2020. Todo ello en medio de una ambiciosa estrategia de vacunación de forma extremadamente consistente.
Los números son claros: Israel es el único país con más de dos millones de habitantes que tiene una proporción de su población totalmente vacunada superior a la de Chile.
En el país sudamericano casi nueve de los casi 20 millones de habitantes de Chile ya están totalmente vacunados. Y al menos otros 2,5 millones han recibido la primera de las dos dosis. Así, Chile ha alcanzado el 58% de su objetivo de vacunar a tres cuartas partes de la población, considerado suficiente para lograr la llamada inmunidad de rebaño.
Hay varias razones posibles por las que la incidencia en Chile es 200 veces mayor que en Israel. Una de ellas es la vacuna. Israel recibió casi completamente la vacuna de BioNTech/Pfizer. En tanto, casi el 75% de los chilenos recibió la china Sinovac.
En el caso de las dos vacunas israelíes (de ARNm), de BioNTech y Moderna, los estudios han demostrado una eficacia de aproximadamente el 95%. En cambio los estudios sobre la eficacia de Sinovac han dado resultados muy diferentes. En Brasil, la vacuna solo protegió a cerca del 50% de los vacunados contra las enfermedades sintomáticas y los cursos graves de la enfermedad, mientras que en Chile tuvo una eficacia del 63%.
Con información de DW
