Metapolítica
Morelia, Michoacán.- A un año de la firma del nuevo tratado del libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, los desacuerdos que existen entre los gobiernos por las reglas que aplican a uno de los sectores clave del acuerdo, el automotriz, podrían poner en peligro el éxito del pacto comercial, según allegados a esta industria.
Ahora, Estados Unidos mantiene un enfrentamiento con sus socios en el tratado por las reglas de origen de los vehículos y cómo se debe hacer el cálculo del porcentaje de un automóvil que tenga un origen colectivo de los tres países miembros, de acuerdo con fuentes familiarizadas con las que Bloomberg estuvo en contacto.
Se trata del Valor de Contenido Regional (VCR), que obliga a subir gradualmente la fabricación del auto en la región del 62,5%, estipulado en el derogado TLCAN, al actual 75%, pactado en las negociaciones del actual T-MEC.
El problema radica en que Estados Unidos calcula este porcentaje de manera diferente a como lo hacen sus socios.
Washington es defensor de una manera más estricta de lo que Ciudad de México y Ottawa creen que acordaron para contar el origen de partes centrales, incluidos motores, transmisiones y sistemas de dirección en el cálculo general. Eso dificulta que las plantas cumplan con el nuevo umbral.
Por ejemplo, si una parte básica utiliza un 75% de contenido regional y, por lo tanto, califica para estar libre de aranceles, México y Canadá argumentan que el T-MEC les permite redondear el número hasta el 100% con el fin de cumplir también con el requisito de contenido regional general de un automóvil completo.
Sin embargo, Estados Unidos no está de acuerdo con redondear, lo que dificulta alcanzar el umbral libre de impuestos para el vehículo en general, de acuerdo con una nota redactada por la Asociación de la Industria Automotriz de México, conocida como AMIA, a la que Bloomberg tuvo acceso.
La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, de la Administración Biden, ha subrayado en repetidas ocasiones en las últimas semanas que Washington está siguiendo una política comercial “centrada en los trabajadores” y ha buscado lazos amistosos con los sindicatos de la nación.
Mientras, el portavoz de United Auto Workers, Brian Rothenberg, sostuvo en un correo electrónico que el sindicato automotriz más grande del país apoya la interpretación más estricta del T-MEC de la Administración Biden.
Por su parte, las armadoras de los otros países en cuestión han manifestado sus sospechas de que esta interpretación más estricta es resultado de la presión de los sindicatos estadounidenses para complicar las exportaciones canadienses y mexicanas a Estados Unidos.
De mantenerse esta controversia, las cosas podrían complicarse para el T-MEC. México no recibió con buenos ojos esta nueva interpretación, ya que consideraba que este punto se había acordado con la Administración Trump. Incluso, el país considera que es un intento del nuevo gobierno de Estados Unidos de renegociar un aspecto clave del comercio entre las tres naciones, según las fuentes de Bloomberg.
Con información de Sputnik