Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Esta vez el gobernador Silvano Aureoles sí cumplió: acudió a instancias internacionales para denunciar las supuestas narcoelecciones en México, y el peligro de que el país se convierta en un Estado dominado por el crimen organizado.
Aureoles Conejo se reunió con el titular de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro. Le llevó regalos, recorrieron juntos los pasillos del órgano internacional y le pidió que no abandonara a México.
Lo cierto es que el actual titular de la OEA es poco querido por los sectores más progresistas de América Latina. Y además mantiene un conflicto abierto con el gobierno de México.
Un flanco que Aureoles Conejo no tardó en aprovechar.
Conocido en la política sudamericana como un “camaleón político”, Luis Almagro inició su carrera política en el derechista Partido Nacional, pero se hizo militante de la coalición izquierdista Frente Amplio.
Fue canciller del gobierno de José Mujica, pero más tarde fue desconocido por este, quien lo llamó “traidor”. También fue abierto opositor al gobierno de Venezuela, lo que le generó problemas con el propio Mújica y después con su sucesor Tabaré Vazquez.
En 2018, ya como presidente de la OEA, llamó a no descartar un golpe de estado contra el gobierno de Venezuela. Y lo hizo pese a que meses antes había dicho de Hugo Chávez: “ahí está la consolidación de un proceso que ha sido plenamente exitoso en su política interna y exitoso en su proyección internacional (..) ese es el camino, ¿no?”
En el 2019 acusó un fraude electoral en Bolivia, hecho que más tarde fue descartado por estudios independientes como la realizada por el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Entonces Marcelo Ebrard señaló: “a Luis Almagro se le olvida que la OEA no es él”.
En 2018, ya como presidente de la OEA, llamó a no descartar un golpe de estado contra el gobierno de Venezuela.
No fue la última pugna. En junio de este año Ebrard afirmó que “la actuación del secretario general de la OEA, el señor Almagro, ha sido una de las peores en la historia”, básicamente debido a que Almagro había actuado sin consultar a los estados miembro y tenido “dudosas actuaciones” para intervenir en conflictos internos.
La respuesta de Almagro a Ebrard fue durísima, tanto que muchos sectores la consideraron impropia de un alto funcionario internacional.
“Yo soy buena gente; por mi parte, le deseo que ninguna obra más que él haya hecho como jefe de gobierno de la Ciudad de México se derrumbe, sin perjuicio de mi solidaridad con las víctimas de la Línea de Metro”, dijo.
Finalmente, tras la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) efectuada enMéxico el pasado sábado el propio presidente Andrés Manuel López Obrador entró al ruedo: llamó a reemplazar a la OEA “por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie”.
“Lo aquí planteado puede parecer una utopía, pero debe considerarse que sin el horizonte de los ideales no se llega a ningún lado y en consecuencia vale la pena intentarlo. Mantengamos vivo el sueño de Bolívar”, señaló AMLO.
Este día, en tanto, el hoy diputado Leonel Godoy criticó a Silvano por reunirse con el “golpista” Almagro.
