Metapolítica
Ciduad de México.- El gobierno de Estados Unidos decretó una serie de medidas que benefician a los residentes fronterizos y a los indocumentados mexicanos, después de la reunión de alto nivel que sostuvo con el gobierno de México, en la que se acordó un nuevo plan bilateral de cooperación en materia de seguridad.
El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, estableció ser indocumentado no es motivo suficiente para que una persona sea deportada; luego, anunció que la frontera con México será reabierta a visitantes para asuntos no esenciales, y este martes anunció que se acabaron las redadas antiinmigrantes en los centros de trabajo, algo que era común durante la presidencia de Donald Trump.
Ambas medidas de protección a migrantes beneficiarán a unos 4.9 millones de mexicanos indocumentados, según cálculos de la oficina del Censo y el centro nacional de investigaciones Pew.
Además, la reapertura fronteriza beneficia a millones de mexicanos residentes de la frontera quienes poseen visa de visitante o “visa láser”, y a quienes desde hace 18 meses se les prohibió cruzar a Estados Unidos debido a la pandemia por COVID-19.
En torno al nuevo reglamento para los agentes de la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), quienes se encargan de arrestar a migrantes para deportarlos, el secretario Mayorkas dijo a los agentes que antes de detener a un migrante, consideren el carácter moral de la persona, es decir, si valdría la pena deportar a un padre de familia trabajador que paga sus impuestos y no tiene antecedentes penales.
Y resaltó: “Que un individuo sea indocumentado, no será la base de un proceso de deportación”.
“La mayoría de los indocumentados que podrían ser deportados son personas que han contribuido por años a nuestras comunidades”, señaló Mayorkas.
Con información de Excélsior