El escritor y premio Nobel de Literatura Rudyard Kipling actuó al servicio de la Inteligencia Británica durante la I Guerra Mundial, según ha desvelado Gajendra Singh, profesor de la Universidad de Exeter, en una investigación de la que da noticia The Guardian.
Kipling trabajó para el Imperio en el momento en el que miles de compatriotas suyos combatían en el Ejército Británico en Francia. Sus rivales, los alemanes, quisieron minar la lealtad de las tropas indias (y también de las irlandesas) mediante propaganda revolucionaria e internacionalista. En ese momento, Londres se dirigió al autor de Kim para que escribiera textos a su servicio.
Kipling, que había ganado el Nobel de Literatura en 1907, aceptó el encargo con entusiasmo. Su hijo John había muerto en 1915, en la batalla de Loos, en Francia. Y su pensamiento se había decantado, desde hace años, a una exaltación de los valores del Imperio Británico. A partir de 1917, Kipling empezó a publicar sus textos propagandísticos, unas cartas a un soldado indio que transmitían el hermanamiento con las tropas inglesas. Las cartas se distribuían en el frente a través de revistas de género pulp que obtuvieron enorme repercusión.
Más de un millón de soldados indios y pakistaníes combatieron a las órdenes del Reino Unido en la I Guerra Muncial. Aproximadamente 70.000 de ellos murieron. En la Segunda Guerra Mundial, la cifra de combatientes indios subióa 2,5 millones de hombres, de los que murieron más de 90.000.