Héctor Tapia / Metapolítica
El proceso de migración al nuevo Sistema de Justicia Laboral, que entrará en vigor el 1 de mayo, es el reto principal que se enfrentará, reconoció Juan Pablo Puebla Arévalo, subsecretario de Asuntos Laborales de la Secretaría de Gobierno del estado.
Si bien se está a unos meses de la entrada en vigor de este nuevo Sistema de Justicia Laboral, que pasará la justicia laboral del ejecutivo al Poder Judicial de forma definitiva, hay una posibilidad de que se posponga.
Este nuevo Sistema de Justicia Laboral traerá consigo varios impactos, pero uno de los que destacan, es que los juicios laborales ya no tardarán años en resolverse como sucede con algunos casos, sino que ahora los plazos se reducirán considerablemente, en los que incluso podría darse una sentencia hasta en seis meses si es que no se llega a una conciliación, explicó el subsecretario.
En entrevista con Metapolítica dijo que Michoacán es uno de los estados que entró en el tercer bloque de entidades federativas que emprendió las adecuaciones para la implementación de este nuevo Sistema de Justicia Laboral.
Desde octubre de 2021 se emprendió en primera instancia las reformas necesarias desde el Congreso de Michoacán, donde el Poder Legislativo aprobó la modificación a la Ley de Centros de Conciliación y a su vez se aprobó la Reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial para que este tenga facultades en materia laboral.
“Esto nos permitió que nos tomaran en cuenta dentro de los parámetros para acceder a un subsidio, que es de 43 millones de pesos para Michoacán para la implementación”, que serán aplicados para infraestructura, construcción de las instalaciones que se requerirán.
De cara al arranque de la implementación, dijo, el reto es contar con las instalaciones de los Centros de Conciliación y de los Juzgados Laborales que se abrirán para iniciar los trabajos requeridos.
También se deberá contar con la estructura operativa: el director general, para el caso de los Centros de Conciliación; al personal de Conciliación; los notificadores y los expertos laborales que operarán estos centros.
Son tres los Centros de Conciliación que se abrirán en el arranque, uno en Uruapan, otro en Zamora y uno más para Morelia. “A medida de que la Junta de Conciliación vaya cerrando los casos que atiende” es que serán abiertos más centros en el estado.
“Calculamos que en tres años habrá de cerrar todos sus casos (el Sistema de Justicia Laboral que será sustituido), y de manera paralela se irán abriendo otros Centros de Conciliación”, explicó Puebla Arévalo.
Ya están en observación los lugares donde se instalarán las sedes, para lo cual se ha determinado que sean propias para ya no pagar rentas.
“Estamos preparando todo para que el 1 de mayo todo esté funcionando. Vamos bien”, refirió.
El subsecretario de Asuntos Laborales dijo que esta semana la Comisión Nacional de la Implementación de este Sistema de Justicia Laboral acordó solicitar al Congreso de la Unión una prórroga para la implementación en las entidades federativas que entraron en tercera etapa, como el caso de Michoacán.
Sin embargo, dijo, “nosotros nos estamos preparando para que esto esté funcionando a partir del 1 de mayo” como se tiene contemplando.
De manera paralela, dijo Juan Pablo Puebla, con la coordinación con el Poder Judicial del estado se están observando las experiencias de otras entidades federativas sobre cómo avanzó el proceso de implementación, para aprender de ellas, “esto se traducirá en una justicia más pronta para los trabajadores”.
La resolución de conflictos laborales, remarcó, “ya no se llevarán años como ahora. Con esta reforma se reducirían los tiempos de hasta un semestre para que un caso se resuelva, lo que es un gran avance”.
De las experiencias que se han observado de la ejecución del nuevo Sistema de Justicia Laboral, el 80% de los casos que están atendiendo se resuelven por conciliación, lo que consideró como un avance en la materia.
Fue aquí cuando dijo que “migrar a un nuevo Sistema de Justicia Laboral es un gran reto, tenía décadas sin ser modificado y como cualquier sistema que lleva tanto tiempo genera sus intereses, sus vicios, y migrar sin duda implica el reto el puro traslado, en la relación obrero patronal, y en la relación de quienes dictan la justicia laboral”.
Por eso, refirió Juan Pablo Puebla, “tratamos que primero los conciliadores tengan una formación, capacitación y mística de trabajo que ayude y no que arrastre vicios del sistema pasado, y que los juzgados laborales tengan personal con esa visión de resolver, y que la clase de abogados laborales tengan esa preparación”.
“El gran reto es la migración que tiene que ver de fondo con un cambio de cultura de conciencia de los patrones, trabajadores, defensores y las mismas instituciones”, abundó.
