(Parte 3 y última)
José Irán Moreno
A lo largo de la historia, y aún en nuestros tiempos, el populismo como categoría de análisis de la ciencia política ha observado y analizado la narrativa y el discurso propio de los dirigentes, organizaciones y gobiernos que lo caracterizan. En esta última entrega abordaremos la narrativa discursiva que se emplea, el discurso que se construye siempre apelando al pueblo, sus necesidades, carencias, maltrato, olvidó y abandono a los que han sido sometidos por muchos años. Utiliza un lenguaje, sencillo, simple, entendible y de denuncia.
Ofrece un gobierno del pueblo y para el pueblo, una economía donde no haya intermediarios, una relación social directa con el gobierno y castigo a los saqueadores del pueblo de los últimos años.
Desnuda con su discurso a los grupos políticos y los señala de corruptos, rateros, abusadores y acaparadores, de igual manera habla y señala a los grupos empresariales y ricos como organizaciones criminales que, de la mano del poder político, han hecho grandes fortunas bajo el paraguas del gobierno y que han dejado al olvido al pueblo.
También señala a enemigos externos y los caracteriza como países imperialistas, explotadores, injerencistas y abusadores de ese pueblo que él dice representar.
Critica fenómenos según el momento histórico, como la industrialización en el pasado y hoy la globalización, como causantes de desigualdades, explotación y discriminación, y se ofrece defender a ese pueblo de todos esos adversarios y enemigos que por largos años solo han deteriorado las instituciones gubernamentales y han visto al pobre como sujeto de explotación y vejaciones.
Convoca a movilizaciones, asambleas, encuentros y a elecciones para demostrar y mostrar que tiene el apoyo de las mayorías, en otras palabras, del pueblo.
Construye e inventa narrativas de enemigos que buscan descarrilar el cambio, destituirlo del cargo, provocar represión, fracasen sus programas sociales directos tanto nacionales como extranjeros y apela a la compresión y sabiduría del pueblo, ya no representan o son similares a la clase política que perdió en proceso electoral donde fue electo.
Podemos escuchar discursos en los que se culpa a los migrantes como los causantes de la falta de empleo en una ciudad o en un país, ya que por su condición aceptan salarios más bajos a cambio de trabajar o que se atenta contra la libertad si no te vacunas o tienes tu carnet de vacunación para trasladarse de una ciudad a otra o entrar a un espectáculo o a un bar.
Discursos nacionalistas que culpan de todos los males aquellos actores políticos que están apoyando la integración regional, y finalmente es imperativo afirmar que se busca imponer una sola visión, interpretación y política y es la que se define desde el gobierno.
Podemos concluir que el populismo es un fenómeno qué se da en países cuando las crisis políticas y económicas internas son muy evidentes y, qué ha sido esta misma crisis producto de la descomposición de los grupos políticos, económicos y sociales los que gestan, dan vida y mantienen vivo a los líderes populistas y, con ello, al discurso populista.
Es así que no tienen claramente una identidad ideológica, pero sí son profundamente ideológicos en el gobierno porque buscan adoctrinar a la sociedad con su visión y su pensamiento.
Este curso también nos mostró algo que significa mucho en el legado de estos personajes y es que son reivindicados por organizaciones y partidos políticos a fin de reeditar su discurso, sus políticas, sus comportamientos y sus supuestos logros, cuando deberían construir futuro, desean reconstruir pasado.