David Alejandro Delgado Arroyo
Medir para visibilizar, cuantificar para detectar, modelar para describir, analizar para mejorar, en suma, contar con un Índice de Desarrollo Democrático de México nos permite identificar las fortalezas, las debilidades, las oportunidades y las amenazas de cada entidad federativa, que en su conjunto reflejan la situación nacional del desarrollo democrático.
De manera similar a lo que realiza la revista The Economist en un esfuerzo global por ofrecer un índice de la democracia de cada país del mundo, la fundación Konrad Adenauer Stiftung y Polilat, con la colaboración de la Confederación de la Unión Social de Empresarios de México, el Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPOS) y el propio INE, nos presentan un estudio estadístico con una robusta metodología que parte de una definición de democracia maximalista, es decir, de amplio alcance como las dimensiones que analiza y cada una de ellas se cuantifica con un numero de indicadores principales:
- Democracia de los ciudadanos (15 Indicadores)
- Democracia de las Instituciones (20 Indicadores)
- Democracia Social (9 Indicadores)
- Democracia Económica (5 Indicadores)
En suma, utiliza 49 indicadores, un poco menos que los 61 indicadores de The Economist.
Subrayo la definición de desarrollo democrático en el IDD-Mex que “es el proceso por el cual el sistema político, con todos sus actores institucionales y sociales construye soluciones que lo permiten acercarse más a los fines de la democracia”.
Es importante analizar con un ejercicio reflexivo no solamente lo que refleja cuantitativamente cada una de las dimensiones sobre Michoacán y su posición frente al resto de las entidades federativas, sino también analizar la forma como cada dimensión se construye a partir de diversos indicadores y su evolución histórica.
Ello sirve a las instituciones, a la sociedad, a los políticos, a los académicos y a la ciudadanía en general, a tomar nota y mejorar las condiciones del desarrollo democrático.
El IDD-Mex lleva 11 ediciones, desde 2010, de forma anual; de manera que podemos ver una secuencia histórica del Índice, mismo que confirma, aunque de manera más tenue que The Economist, que hay un descenso en el desarrollo democrático de México, que va de su punto más alto en 2010 con 5.829 al actual 4.138.
Ello se debe a la disminución de la Dimensión de la Democracia de los Ciudadanos, que es donde se examina el respeto que hay en la sociedad y en sus instituciones hacia los derechos políticos, las libertades civiles y el nivel de compromiso ciudadano con la democracia.
El estudio analiza la Dimensión de la Democracia de las Instituciones a través de estándares conceptuales como estado de derecho y calidad institucional y eficiencia política.
Por su parte la Dimensión de Democracia Social mide un conjunto de indicadores que evalúan los resultados de la gestión pública para asegurar bienestar y equidad.
Finalmente, la Dimensión de la Democracia Económica permite conocer la capacidad de un gobierno para brindar un mejor futuro económico para su sociedad, o para empeorarlo.
Particularmente, en cuanto a Michoacán, sigue ubicándose en el conjunto de las entidades federativas con menor puntaje, ahora en el lugar 27, considerándose como una entidad de desarrollo democrático mínimo. Aunque reporta un mejor puntaje que en el año anterior, es tan sólo el cuarto mejor puntaje en 11 años, de manera que años como 2010, 2011, 2012, 2013, 2015, 2018 y 2019 reportaron un mejor puntaje.
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