Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Los últimos jefes del Departamento de Justicia durante el gobierno de Donald Trump testificaron ante el Comité Selecto que el expresidente los presionó para que proclamaran que la elección de 2020 que perdió “fue corrupta”.
El objetivo era revertir el resultado de los comicios, lo cual, de haberse dado, habría sido sido un “golpe de Estado político”.
La audiencia estuvo enfocada en los intentos del expresidente de usar al Departamento de Justicia para alterar el proceso electoral, lo cual llegó al punto de que el mandatario fue advertido que podría detonar una renuncia masiva al interior de esa secretaría.
Los testigos fueron los exmandos del Departamento de Justicia durante el último mes y medio de la presidencia de Donald Trump: el procurador general en funciones Jeffrey Rosen [secretario del Departamento de Justicia]; el subprocurador Richard Donoghue, y el procurador asistente Steven Engel, todos nombrados por Trump.
En sus mensajes revelaron detalles de lo que el presidente del comité, Bennie Thompson, calificó como un intento de un “golpe político”.
El expresidente buscaba que el Departamento de Justicia legitimara la mentira de Trump y sus cómplices sobre que su triunfo le fue robado por un fraude masivo. Para ello, los presionó de manera incesante, pero ellos dijeron haber resistido a formar parte de ese complot.
“Rechazamos todas las solicitudes de Trump”, confirmó Rosen ante el comité, y dijo que se investigaron varias de las acusaciones, pero “ninguna tenía mérito… no tenían credibilidad”; incluso algunas eran tan absurdas que se rechazaron de inmediato, como decir que satélites italianos intervinieron máquinas de votación y estaban cambiando votos a favor de Trump para Joe Biden.
En otro punto, Trump dijo a Rosen y Donoghue: “Sólo digan que la elección fue corrupta y dejen lo demás a mí y a los legisladores republicanos”.
Al negarse, Trump dijo que el Departamento de Justicia no hacía lo suficiente para investigar lo que, aseguraba, era una amplia evidencia de fraude electoral en varios estados, acusaciones se volvieron consigna entre sus fanáticos, incluso en los hechos ocurridos el 6 de enero en el Capitolio.
Con información de La Jornada
