Germán Martínez Cázares dice que atravesó en estos días por una de las mayores “tormentas intelectuales” de su vida. Y después de militar 30 años en el PAN, de buenas a primeras se vio apoyando la causa de Andrés Manuel López Obrador.
Michoacano curtido en mil batallas, fue tal vez el más férreo defensor de la victoria de su paisano y amigo Felipe Calderón en la elección presidencial de 2006 ante el propio López Obrador.
Ya en Los Pinos, Calderón lo puso en la Secretaría de la Función Pública, luego tomó las riendas del PAN y, tras las intermedias de 2009, se vio forzado a renunciar por los pésimos resultados.
Ahora se mira a sí mismo ocupando un escaño a invitación del tabasqueño.
En entrevista, Martínez niega que haya aceptado por la lógica del “hueso”, y dice que Carlos Castillo Peraza, quien fue su mentor político, le hizo un guiño para dar el polémico paso.
“Si alguien me guiñó un ojo ayer, fue Castillo Peraza, que acabó su vida fuera del PAN. Y cuyo último voto fue por Gilberto Rincón Gallardo.
Pero tampoco se fue con el adversario…
Creo que adversario ideológico sí era Gilberto Rincón Gallardo. El votó por Rincón Gallardo, no votó por Fox. Y la decisión que yo tomé la tomo en plenitud de soberanía individual, la tomo en absoluta libertad y paz.
Sin resentimientos, sin odios, pongo fin a 30 años de militancia en el PAN. Me voy agradecido, es mucho más lo que yo le pueda pagar al PAN que lo que él me dio, pero el PAN se atoró.
-¿En qué?
-En que el cambio que necesita México debe ser más profundo, de que el enojo social que tiene México, el único que lo puede transformar en esperanza es Andrés Manuel López Obrador, porque lo ha encabezado, porque es consistente y porque su movimiento abre las puertas a quienes pensamos diferente.
-Ricardo Anaya dice que el de López Obrador es un cambio a la antigüita…
-No es nada a la antigüita invitar a un adversaria no es a la antigüita pretender una reconciliación del país. A este país le hace falta una reconciliación y yo lo veo en López Obrador: no busca perseguir políticamente a nadie y no busca que le vaya mal a nadie. Él no quiere que le raya mal a los empresarios de este país.
-¿Te convence más el cambio de López Obrador que el cambio por el que empuja Anaya?
-Primera, por ordenado. Pueden decir lo que quieran, pero la casa del movimiento de López Obrador está ordenada y sólo merece el Palacio Nacional quien tiene su casa ordenada O dicho de otra manera: no puede gobernar al país quien no gobierna su propio movimiento.
-¿En dónde ves el orden de López Obrador?
-Me informaron que mi lista fue votada por unanimidad. Y yo veo las otras listas impugnadas en el tribunal o a sillazos.
-Cualquiera te diría que operó el dedazo de López Obrador.
-Bueno, es un liderazgo consolidado. Y es un liderazgo que gobierna a su partida y no puede gobernar a la nación quien ni siquiera puede gobernar a su partido.
-Hace 12 años defendiste lo que ustedes pensaban que era la victoria de (Calderón y tu discurso era de un antilopezobradorismo furibundo. ¿Cómo entender que te pases del otro lado?
-Primero, en política no hay derrotas ni victorias para siempre. Y agrego: no hay adversarios para siempre.
-¿Cuál fue el cambio, el giro mediante el cual puedes darte cuenta de que no hay adversarios para siempre?
-Primero, que me vinieron a tocar la puerta, que me invitaron. Me parece absurdo no dar una ayuda donde quieren. Segundo, yo pongo mis talentos a su lado, pero lo que quiero subrayar es que las circunstancias han cambiado, y quien no se crea el cambio de este país, está destinado a estar rumiando temas del pasado.
-En la calle la gente dice, cuando ve estos movimientos en los partidos, que el hueso es el hueso…
-Tengo nueve años sin hueso. Fuero no tengo y cuando perdí una elección me fui responsablemente. Nueve años sin el ejercicio público, no necesita Lo que tengo es necesidad de transformar esta indignación, este coraje social en una esperanza potente y transformadora de México.
Vía Reforma
“Veo en AMLO reconciliación”: Germán Martínez
