México requiere un gran acuerdo donde todos los actores políticos, económicos y sociales asuman la democracia como el espacio para diseñar políticas de larga duración, acceder al gobierno, disentir, coincidir y diseñar políticas de Estado.
2022 es un año desafiante, pero también es un año de oportunidades que depende mucho de los actores políticos que estos se concreten y nos transformen en sociedades progresistas avanzadas, de vanguardia, tal como lo requieren y lo demandan sus ciudadanos.