Texas ha sido un estado republicano en las últimas cuatro décadas, en donde en 2016 Donald Trump ganó con casi de 10 puntos. Pero hoy ambos contendores están técnicamente empatado en las encuestas. La clave: más hispanos, y más jóvenes.
Hoy el foco no estará en las 50 elecciones estatales, sino en un puñado de ellas: la parte del total en donde habrá una disputa entre los candidatos y que finalmente inclinará la balanza hacia uno u otro.
Las miradas también están puestas en Pensilvania, considerado uno de los “estados bisagra” que históricamente se inclina por uno u otro partido y resulta clave en la elección final del presidente.
Biden supera a Trump en los estados clave del norte de Wisconsin y Pensilvania, y en los estados del Cinturón del Sol de Florida y Arizona. La ventaja es más pronunciada en Wisconsin, donde tiene una clara mayoría de los votos y supera a Trump por 11 puntos.
El gobernador recordó que recordó que “hace 4 años el candidato (Trump) llamó a los mexicanos delincuentes y narcotraficantes. Y en el poder pretendió deportar a millones de trabajadores con las prácticas más inhumanas y denigrantes".
El mandatario republicano solo pisó el subcontinente en una ocasión: Buenos Aires, en 2018, con motivo de la cumbre del G-20. Barack Obama hizo 15 viajes a distintos países latinoamericanos, incluido Cuba, y George W. Bush visitó la región 18 veces.
La reciente designación de Amy Comey ha dado una pronunciada mayoría a los conservadores en la más alta instancia judicial del país. Y la polémica está instalada: esta misma semana debe decidir tres casos que afectan directamente a las elecciones.
Trump acentuó en los últimos días sus ataques personales contra Biden. En más de una ocasión descalificó a su propia familia, llegando a decir que se trata de “una empresa criminal”. Biden, por su parte, criticó la política de Trump que llevó a la separación de familias inmigrantes.
“Los estudiosos de la ley y el procedimiento electoral advierten que las condiciones son propicias para una crisis constitucional que dejaría a la nación sin un resultado autorizado. No tenemos ningún seguro contra esa calamidad”, dijo la revista The Atlantic.