Héctor Tapia
En sesión, el diputado local por el Partido del Trabajo, Baltazar Gaona García, presentó una iniciativa para buscar ampliar los periodos de trabajo en el legislativo michoacano; esto es a partir de los rezagos que se tienen en la dictaminación de las iniciativas que han presentado los diputados durante las sesiones, rezago que ha derivado en que alrededor de 300 iniciativas estén apenas en vías de desahogarse.
En su iniciativa plantea que en lugar de casi tres meses de “receso legislativo” al año que tienen, sea sólo un mes; 15 días de descanso por periodo, para poder agilizar el trabajo del legislativo.
Dijo que ha buscado plantear iniciativas para reformar la ley orgánica y agilizar el trabajo en el Congreso; incluso presentó una iniciativa relativa a la congeladora legislativa, misma que se encuentra varada, en la misma “congeladora”, porque no se ha dictaminado.
En primera instancia Baltazar Gaona detalló que el año legislativo es del 15 de septiembre hasta el 14 de septiembre del siguiente año, y en la ley orgánica se establece en dos periodos, que es del 15 de septiembre hasta el 31 de diciembre, 1 de febrero al 15 de julio, con los intervalos de receso legislativo que sería del 1 de enero al 31 de enero y del 15 de julio al 14 de septiembre, recesos donde prácticamente “no se hace nada”, tiempo que consideró un exceso y un abuso.
A partir de ello es que planteó que se redujeran los tiempos de receso legislativo de 15 días por cada uno de ellos.
“Hay muchas iniciativas que no se han dictaminado, más de 300 iniciativas; de qué sirve estar hablando aquí como locos si al final todo el trabajo de investigación se queda archivado, si no somos capaces hay que ampliar el tiempo de trabajo para desahogar la carga de trabajo”, explicó.
Consideró ante esto que sí debe haber sanciones a quienes obstruyan el desahogo del trabajo legislativo; incluso refirió que presentó una iniciativa para terminar con la práctica conocida comúnmente como “congeladora” que es dejar sin votar y en el olvido las iniciativas presentadas por los legisladores, la cual, ironizó, paradójicamente está en la “congeladora”.
Con esta se proponía que las iniciativas, al destinarse a las comisiones, se tuviera un plazo de 45 días para dictaminarse, y de no hacerse, que el diputado que la proponía la retirara y plantearla ahora como proyecto de decreto donde se desahogara en esa sesión ya fuera a favor o en contra, “pero que se definiera”.
