#ENTRELÍNEAS / 2021, avanzan los insospechados…

Héctor Tapia

En política nada está escrito; los cambios, los virajes y los ajustes se pueden dar de manera abrupta y sorpresiva, y frente al proceso electoral del 2021, donde el tiempo que se acorta, hay perfiles que comienzan a tomarse en serio, o cuando menos comienzan a ser considerados, tanto por la militancia de sus partidos en unos casos, como por liderazgos internos de sus instituciones políticas, para abanderarlos para la gubernatura.

Insisto, el panorama aun es dudoso; y si bien es cierto que todavía “es temprano” para saber qué perfiles podrían ser los candidatos, hay algunos que se han convertido, por las posiciones que les ha tocado jugar, en opciones y alternativas, ante el rechazo y/o desconocimiento de algunos de los personajes que se fueron perfilando al principio.

Las mediciones o encuestas, es cierto, son lo que refieren “fotografías de un momento”, por lo que lo que reflejan son solo instante, mismo que va variando en sus tendencias dependiendo también de una serie de circunstancias políticas y sociales, tanto de orden nacional como estatal, que inciden en la percepción que tiene el electorado.

Pero de manera paralela, en los mismos partidos, fuera de las mediciones, van perfilando o se van anticipando para perfilar a otros personajes que consideran podrían rendirles mejores frutos.

En una suerte de mezcla entre ambos aspectos han venido surgiendo “sorpresas” que, en la lectura de números y de circunstancias,  van dibujando poco a poco un mapa distinto al que comenzó a medirse hace algunos meses. Es decir, los insospechados van tomando –poco a poco- protagonismo.

Antonio Soto, acorta la brecha

En cuanto al Partido de la Revolución Democrática (PRD), partido que ha venido en constante declive, quizá ligado al desplome constante del gobernador Aureoles Conejo en el nivel de aprobación que lo mantiene al fondo de la tabla a nivel nacional, quizá por el secuestro del partido por ciertas tribus que prevalece a la fecha, o por las decisiones en su momento de acompañar al PRI y al PAN, tanto política (al primero) como electoralmente (en el segundo), o tal vez la mezcla de las tres, hay varios actores que persisten en el imaginario en la ruta por la gubernatura para el 2021.

En este escenario, el Antonio García Conejo carga una loza pesada que le cosecha rechazo constante, y no sólo es su liga consanguínea con el gobernador, si no lo que algunos consideran como la necedad en ser el que abandere al partido y también, su capacidad de sobreponerse o agandallar espacios a las demás expresiones internas del partido.

Esto le ha granjeado rechazo no sólo externo, por ser medio hermano del gobernador más rechazado, sino interno, por “no ser generoso” con otras fuerzas internas del sol azteca, y en este escenario hay otros actores que de forma sigilosa han ido adquiriendo cierto protagonismo que al senador no le gusta.

Contrario a lo que se pensaba, que Carlos Herrera al asumir la Secretaría de Gobierno sería el delfín para la gubernatura, y que aunque aparece en las encuestas, le sigue costando trabajo  por cargar también la penitencia de estar en un gobierno que genera altos niveles de rechazo, quien acorta la brecha con el hasta ahora puntero, Antonio García Conejo, es el ex dirigente Antonio Soto Sánchez.

Veamos los números de Massive Caller: en agosto, mientras Antonio García Conejo contaba 21.3% de aprobación interna para ser el abanderado para la gubernatura del estado, inercia por haber estado en campaña en el proceso pasado para el Senado, Antonio Soto apenas alcanzaba un 9.8%; es decir, 11.5 puntos de diferencia.

Para septiembre, un mes después, García Conejo bajó a 20.6% y Soto Sánchez creció a 14.7 puntos porcentuales, es decir 5.9% de diferencia; en tanto que para octubre, las mediciones reflejaban que el medio hermano del gobernador alcanzaba un 28.3% y Antonio Soto Sánchez un 22.6%, es decir 5.7%; en los tres meses Carlos Herrera ocupó el último lugar de la tabla interna, pero para el caso de Soto Sánchez, comenzó a escalar para irse acercando a García Conejo. De seguir esta tendencia quizá en uno o varios meses veamos sorpresas.

Javier Estrada, “a la callada”…

Para el caso del Partido Acción Nacional (PAN), si bien el único perfil que está posicionado con fuerza para poder abanderar este partido es el dirigente nacional de este partido, Marko Cortés Mendoza, quien comienza a sonar al interior es el coordinador parlamentario en el Congreso local, Javier Estrada Cárdenas.

Para ningún panista es desconocida la cercanía y confianza existente desde el dirigente nacional, Marko Cortés, y también con el ex dirigente estatal y ahora integrante también del Comité Ejecutivo Nacional, José Manuel Hinojosa Pérez, de quien fue secretario general cuando éste último estuvo al frente del partido.

Marko Cortés se ha descartado por el momento para abanderar las causas nacionales que abandera Acción Nacional, en un contexto donde la oposición a López Obrador busca posicionarse como alternativa frente al nuevo régimen; y de manera paralela, quienes han alzado la mano en lo local, en lo interno enfrentan complicaciones que podrían frenar sus aspiraciones.

Antonio Salas Valencia, por ejemplo, a duras penas alcanzó el respaldo para ser consejero estatal en el Consejo Estatal pasado, estuvo a punto de no entrar, y –según fuentes internas del propio partido- de manera constate ha venido perdiendo fuerza incluso en la región de donde proviene. En tanto que el diputado federal Armando Tejeda Cid, no alcanzó ni el respaldo para entrar al Consejo Estatal, lo que refleja en parte también que la estructura panista no le respalda del todo. Mientras que Arturo Hernández Vázquez, si bien hizo un papel destacable como coordinador de presidentes municipales en el periodo pasado, ahora como legislador local, enfrenta en parte la falta de presencia en regiones diversas del estado.

Esto lo han advertido al interior del partido, que quienes han alzado la mano tienen limitantes y el tiempo no perdona; por ello, nos cuentan al interior del partido, a partir del papel que ha realizado en la coordinación parlamentaria y el que hizo como secretario general del partido, “a la callada”, Javier Estrada Cárdenas ha comenzado a considerarse como una opción para abanderar al PAN para la gubernatura del estado.