¿Mito o realidad? Habla expanista Manuel Espino: “Felipe Calderón es un alcohólico”

Metapolítica

Morelia, Michoacán.- “Felipe estaba borracho peleándose a gritos con un mesero, porque quería más bebidas”. “Lo arrastramos a la habitación, le tuvimos que sacar los pantalones y acostarlo”. “Me alejé porque no estaba dispuesto a aceptar sus maderadas. Toma alcohol y se pone peor, tiene un grave problema con eso”…

Son fragmentos del nuevo libro de Olga Wornat, “Felipe, el oscuro”, que ha sido un éxito de ventas y un comentario obligado entre los círculos más altos de la política mexicana.

Las revelaciones confirmarían las sospechas que muchos sectores de mexicanos tenían respecto del supuesto alcoholismo del expresidente. Algo que él siempre negó en todos los tonos.

Pero que hoy corrobora un testigo clave: Manuel Espino, presidente del partido Acción Nacional entre el 5 de marzo de 2005 y el 8 de diciembre de 2007 y quien de esa forma accedió al círculo más cercano del expresidente.

Espino, hoy parte del Movimiento de Regeneración Nacional y cercano a Andrés Manuel López Obrador —lo que dota a sus comentarios de inevitable sospecha— no se queda solo ahí.

Las revelaciones confirmarían las sospechas que muchos sectores de mexicanos tenían respecto del supuesto alcoholismo del expresidente.

“Fui su cómplice en michos ilícitos, pero él nos mintió y nos traicionó a todos”.

Ante este último comentario la propia autora del libro Olga Wornat, parece sorprendida:

“Esa era la única vez en la vida que un dirigente político me confesaba que había cometido ilícitos”.

No es el único testimonio.

Francisco Solís Peón —conocido como “Pancho Cachondo”, y expulsado del PAN de mala manera: apareció en una foto desnudo y con un logo del albiazul tapándole el pene— fue uno de los más cercanos durante la juventud del expresidente. Y narra:

“Felipe comenzaba a tomar en la tarde o desde temprano, y no paraba hasta terminar muy borracho. Yo me llevaba bien con Margarita (Zavala), me restaba sus apuntes y me contaba de su relación con Felipe… ella se cansaba de sus cambios de humor, sus estallidos de cólera. Margarina se cansaba y lo abandonaba, y él se ponía borracho y amenazaba tirarse de un puente…”.

Otras escenas del libro hablan del trauma por la relación con su padre, de los apoyos de los rucos de México a su campaña, y de la baja preparación de quienes comenzaron a formar parte de su círculo más cercano.

Estos son algunos fragmentos de “Felipe, el oscuro”.