Metapolítica
Morelia, Michoacán.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el uso de emergencia la vacuna china Sinopharm contra el COVID-19, anunciaron el pasado fin de semana los responsables de la agencia de la ONU.
El director general de la Organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que “esto amplía la lista de vacunas que COVAX puede comprar y les da a los países la confianza para acelerar su propia aprobación regulatoria y para importar y administrar una vacuna”.
Y a su vez la doctora Mariângela Simão, subdirectora general de Acceso a Productos Sanitarios de la OMS, explicó:
“la adición de esta vacuna tiene el potencial de acelerar rápidamente el acceso a la vacuna COVID-19 para los países que buscan proteger a los trabajadores de la salud y las poblaciones en riesgo”.
Se trata de la sexta vacuna que recibe la validación de la agencia de la ONU por su “seguridad y eficacia”, tras haber aprobado anteriormente las de Moderna, Jonhson y Jonhson, Pfizer-BioNTech, AstraZeneca y Serum Institute of India.
La vacuna Sinopharm es producida por el Beijing Bio-Institute of Biological Products, subsidiario del Grupo China National Biotec (CNBG).
Sinopharm pertenece al tipo de las vacuna inactivada, también llamadas vacunas muertas, es decir que contienen un cultivo del virus pero no pueden producir la enfermedad, llamada Vacuna SARS-CoV-2.
La gran ventaja es que sus fáciles requisitos de almacenamiento la hacen muy adecuado para entornos de bajos recursos.
Se trata también de la primera vacuna que llevará un monitor de vial de vacuna, una pequeña etiqueta en los frascos de la vacuna que cambia de color a medida que ésta e expone al calor, lo que permite a los trabajadores de la salud saber si se puede usar de manera segura.
El grupo de expertos que asesora a la Organización Mundial de la Salud sobre las vacunas, conocido por sus siglas en inglés como SAGE, recomienda su uso para mayores de 18 años, aplicando dos dosis con una separación de tres a cuatro semanas.
La eficacia de la vacuna para prevenir síntomas y hospitalizaciones se estima en un 79%.
La OMS asegura que los datos para mayores de 60 años son “escasos”, pero no hay motivos para pensar que funcionaría “de forma diferente” o que sea menos eficaz.